Hoy quiero compartir con vosotras un gran descubrimiento gracias a Kang Ti, fundadora del grupo Sannai y con la que tuve la suerte de pasar una mañana la semana pasada.
Iba a titular el artículo «El peso molecular de los cosméticos» pero creo que nadie lo leería. Y no me extraña.
En el mundo de la cosmética se introducen últimamente muchos vocablos científicos que pretenden impresionarnos y hacernos creer que han descubierto el ingrediente mágico o el método definitivo.
Nos hemos acostumbrado a hablar de radicales libres, ácido hialurónico, ceramidas, oligoelementos, co-enzimas… palabras que no entendemos demasiado bien pero que suenan a que se ha descubierto por fin, el elixir de la juventud.
Pues bien, voy a intentar explicaros de manera fácil y sencilla, algo que me ha parecido muy importante que sepamos todas: el peso molecular de los cosméticos.
Y no es más que la facilidad con que los cosméticos, cremas, tratameintos, etc. penetran en nuestra piel.
1.- Peso molecular alto:
* No penetran en la piel.
* Son texturas cremosas, untuosas y actúan sobre la piel (no dentro de ella).
* Son las cremas que actúan sobre la piel y todas las que sirvan de película.
2.- Peso molecular bajo:
* Sí penetran en la piel.
* Son texturas acuosas, ligeras y actúan dentro la piel (llegan a las capas más profundas de la piel).
Por lo tanto, un tratamiento para corregir las arrugas debería ser capaz de llegar a las capas más profundas de la piel y para ello, tener un peso molecular bajo (ser textura líquida, ligera…).
Y por lo tanto, una hidratante debería aportar agua e hidratación a la capa más superficial de la piel y para ello tener un peso molecular alto (ser cremosa, untuosa…).
Y con este truco, cada una podéis analizar cualquier producto que tengáis en casa, y sacar vuestras conclusiones.
Sólo una cosa más. Según Kang Ti, cualquier tratamiento debería empezar por los productos de peso molecular más bajo (líquidos, ligeros) y acabar con los de peso alto (cremas más densas).
Si se hace al revés, las cremas densas impedirán que las más ligeras penetren en la piel…
Una curiosidad: Cuando probamos un sérum y es muy denso o viscoso, solemos pensar que es mejor porque tiene muchos principios activos, ¿verdad? Pues a lo mejor esa textura es lo que impide que actúe correctamente… y desde luego la textura no tiene nada que ver con la cantidad de principios activos.
Desde luego tiene sentido y a mí, me ha parecido algo que todas debemos saber.
Imagino que hay excepciones, pero como norma general nos vale.