Suite 111 del Hotel Ritz de Madrid.
Todo listo para que cualquier novia se arregle antes de salir camino de la iglesia.
Bueno, cualquier novia no. La más exclusiva y elegante de las novias, porque en el interior varios diseños del diseñador Lorenzo Caprile, hacen presagiar que no se trata de una novia más.
Sobre una de las mesas, un neceser blanco con una crema que no puede faltar en el neceser de cualquier novia: Elizabeth Arden 8 Hours.
Os he hablado en muchas ocasiones de sus propiedades y de sus innumerables usos, pero nunca me había parado a pensar lo útil que puede resultar llevarla contigo el día de tu boda.
Un zapato que roza, una costura molesta, unas cejas bien peinadas, labios hidratados, manos suaves… y ahora, como novedad, fragance free, es decir, sin olor.
Y es que aunque a mi me gusta el olor de Eight Hours, reconozco que es algo intenso y hay a quien no le gusta.
Así que estamos de suerte, sobre todo porque podemos elegir.
Ambas cremas (con y sin fragancia) convivirán en las perfumerías.
¿Habéis probado Eight Hours de Elizabeth Arden?