1.- Desayunar «comodiosmanda».
Cuando desayunamos nuestro metabolismo se activa. Además un buen desayuno evita que nos lancemos a por alimentos menos saludables a lo largo de la mañana. Aunque no se tenga hambre hay que acostumbrar al cuerpo a ingerir hidratos, proteínas y vitaminas a primera hora del día.
2.- Irse a la cama con algo de hambre.
Es lo más difícil sobre todo si nos acostamos tarde pero funciona. No se trata de irse a la cama sin cenar, todo lo contrario, pero elige algo ligero, como una ensalada y un pescado a la plancha y una pieza de fruta.
3.- Dormir lo suficiente.
Cuando no duermes las horas suficientes, el cuerpo parece que te pide algo, necesita fuerza y acabas intentando obtenerla de la comida. Siempre que puedas duerme las horas suficientes, tu salud te lo agradecerá.
4.- Beber un montón de agua.
Ayudará a tu cuerpo, y a tu piel. Contrariamente a lo que mucha gente piensa cuanta más agua bebas, menos líquidos retendrás.
El agua es buena para todo pero si además quieres cuidar tu figura puede ser un gran aliado.
5.- Incluir el ejercicio en tu agenda.
Si puedes hazlo a primera hora o las tareas del día acabarán comiéndose el tiempo…
6.- Abusar de la fruta y la verdura.
Tenlos en casa y cuando tengas un ataque de hambre, opta por la fruta como mejor opción.
7.- Tratar de comer granos enteros.
Está demostrado que los cereales que se toman sin refinar, son más sanos y mantienen los niveles de azúcar en sangre evitando que te lances repentinamente a por cualquier picoteo. Yo me acabo de lanzar a desayunar Weetabix, ya os contaré o que aguanto 😉
8.- Come hasta que estés satisfecha, no llena.
No se trata de quedarse con hambre sino de no llenarte. Si además comes despacio será más fácil darte cuenta de cuando has comido lo suficiente.
9.- No lleves ropa demasiado amplia.
No se trata de llevar ropa muy ajustada que puede dar problemas de circulación, sino de no llevar ropa muy tan amplia que te haga olvidarte de los kilos de más hasta que te pongas el bikini.
10.- Motivarte y premiarte.
Cuando estés orgullosa de ti misma por haber conseguido lograr el objetivo de mantenerte o perder un par de kilos, date un capricho.