Nunca me ha llamado especialmente la atención el tema de la liposucción.
La verdad es que nunca he creído que fuera una buena alternativa para adelgazar, aunque me parece útil, cuando está pensada para remodelar alguna zona conflictiva.
Conozco varios casos de amigas que se han hecho «lipos» y la verdad es que si no va acompañada de dieta y ejercicio al final no merece la pena.
He tenido ocasión de conocer las últimas novedades en liposucción de la mano del Dr. Ángel Juárez, Jefe de la Unidad de Cirugía Plástica y Estética del Hospital de la Zarzuela y me ha parecido interesante contároslo.
La liposucción es una intervención quirúrgica en la que se aspira la grasa de una parte del cuerpo con unas pequeñas cánulas conectadas a una máquina. Las cánulas se introducen con unas pequeñísimas incisiones que luego serán casi invisibles.
LIPOSUCCIÓN: UNA PARA CADA CASO
La moderna liposucción ha incorporado nuevas técnicas de remodelación corporal.
Las cánulas que se utilizan en quirófano son cada vez mas finas, y la manera de hacerla más avanzada y eficaz.
Como dice el Dr. Juárez: “El éxito de cualquier liposucción se encuentra muy relacionado con una buena indicación de la misma. Y en ningún caso hay que aplicarla como método para adelgazar, sino para moldear.”
UNA PARA CADA CASO
Según los casos se utilizan distintos tipos de liposupción:
–Liposucción Convencional, destinada a zonas pequeñas.
–Vibroliposucción, semejante a la convencional pero la cánula realiza un movimiento giratorio de 360º y eso retrae mejor la piel.
–Liposucción Ultrasónica: Los ultrasonidos actúan selectivamente sobre las células grasas, respetando sin embargo el resto de las estructuras cutáneas.
Estas técnicas también pueden combinarse de acuerdo a las necesidades específicas de la persona.
Lo que está clarísimo es que siempre requieren un cirujano plástico, a fin de evitar cicatrices, ondulaciones antiestéticas, infecciones e incluso hemorragias.
Generalmente se utiliza anestesia local, salvo en las grandes liposucciones, que requieren anestesia epidural, y en contadas ocasiones, anestesia general. En los dos últimos casos hay hospitalización
La edad adecuada para someterse a una “lipo”, en cualquiera de sus modalidades, depende mucho del estado de la piel, pero en condiciones óptimas puede practicarse desde los dieciseis hasta los setenta años, siempre que la piel sea capaz de adaptarse al nuevo volumen.
Pero ¿qué pasa después de la liposucción?
Después de la intervención suele haber un poquito de dolor y alguna molestia, va desapareciendo con el tiempo y analgésicos.
En cuanto al postoperatorio, la recuperación más rápida y eficaz se encuentra muy relacionada con los tratamientos de ayuda cosmética posteriores (drenaje, masaje, mesoterapia etc.).
Y conviene reeducar la alimentación, porque si bien es cierto que los adipocitos no se reproducen, también lo es que siempre quedan algunas células capaces de almacenar grasas.
Si el paciente mantiene un peso por encima o debajo de tres a cinco kilos del que tenía en el momento de la intervención, no hay problema.
Hasta que no pasan 6 meses, los resultados no se pueden considerar definitivos.
Cuando pasa este tiempo, se puede pensar en retoques o pequeñas correcciones.
Y por último los precios: van desde 2500 hasta 8000 euros según la cantidad de grasa que se extraiga.
¿Qué os parece? ¿os habéis planteado alguna vez haceros una liposupción?