Me habían invitado muchísimas veces a probar las extensiones de pestañas pero, si os soy sincera, es un tema al que no le prestaba demasiada atención.
Por un lado, porque afortunadamente tengo las pestañas largas y no entendía muy bien cual sería el beneficio y por otro, me daba cierto respeto cualquier tratamiento relacionado con los ojos.
Pero hace algunas semanas, Carla Nieto me habló de su centro The Lash Room, en el Zoco de Pozuelo y, no sé si fue por la confianza que me inspiró al contármelo, por ver que por allí habían pasado caras conocidas como Alba Carrillo o Nuria Roca, o por la cercanía a mi casa, pero no dudé en ir a probarlas.
Como os digo, no estaba 100% convencida, y dos semanas después os puedo asegurar me he vuelto totalmente adicta. 😉
Al entrar te dan la opción de elegir el look que quieres conseguir y (ya me conocéis), opté por el más natural (y además la primera vez os lo aconsejo). El acabado es como llevar unas pestañas postizas naturales o como llevar las pestañas maquilladas en mi caso que ya las tengo largas.
Queda precioso el efecto en el «rabillo del ojo»…
Hay dos cosas que me fascinaron: el resultado (verdaderamente increíble) y el trato tan maravilloso que te dan en cuanto atraviesas la puerta.
La colocación de las pestañas exige estar hora y media (depende del look elegido y de la cantidad) tumbada con los ojos cerrados. La verdad, aunque creí que lo sería, no se hace largo y la música ayuda bastante.
Te colocan unas almohadillas sobre las pestañas inferiores (para que no se peguen a las extensiones) y a continuación con una paciencia infinita y un pulso increible te van colocando una a una las pestañas. No notas ninguna molestia, y la delicadeza con las que te las colocan es absoluta.
Cuando abres los ojos no te lo puedes creer (es como llevar pestañas postizas) pero el mejor momento es cuando te levantas a la mañana siguiente y te ves en el espejo.
En mi caso al tener las pestañas muy rubitas, casi no se ven cuando no voy maquillada, así que el cambio fue espectacular.
Las puedes maquillar, aunque realmente no te hace falta, y desmaquillar con agua micelar (lo importante es no aplicar aceite).
Aunque próximamente van a tener en el centro máscaras de pestañas específicas para extensiones, puedes utilizar las que no contengan aceite en sus ingredientes.
Duran aproximadamente mes y medio aunque cada semana verás que tienes menos. Yo dos semanas después sigo fascinada, os lo aseguro. Tengo menos pero sigue siendo espectacular.
Lo ideal es hacer un retoque cada 3 ó 4 semanas (que consiste en reponer las que se han caído, con lo que estás mucho menos tiempo).
Yo, os puedo asegurar que jamás pensé en utilizarlas y después de la experiencia, repito seguro.
Estoy buscando una foto de las que me hice (si la encuentro edito el post) pero esta que os pongo es exactamente igual (de verdad exactamente igual) que como me han quedado a mi:
The Lash Room está en el centro comercial Zoco de Pozuelo.
Tenéis toda la info en su web o en su página de Instagram.