Mirando al mar embravecido. Allí estábamos minutos antes de que a «mis pequeñas fieras» y a mi, una ola gigante simultánea a una fuerte ráfaga de viento casi nos hiciera salir despedidos…
Empezaba a nublarse y todo hacía presagiar que en pocos minutos empezaría a llover.
Sin embargo, esos minutos previos a que la playa se quede desierta y la lluvia haga su aparición, tienen much encanto para mi. El viento, la arena, las gotas del mar pulverizadas sobre la piel… y el pelo.
«Las auténticas ondas surferas las da el Cantábrico», pensé. Y es que la mezcla de viento, agua, sal y un poquito de arena, hacía que aparecieran las beach waves de las que tanto hemos hablado este verano.
A la vuelta a la ciudad, intenté buscar la fórmula de hacerme el spray en casa siguiendo muchas de las recetas que circulan por la blogosfera, pero desistí al ver lo díficil que era no «enguarrar» el pelo con el invento, así que opté por buscar los mejores productos para lograrlo.
Ya os conté la emoción que me supuso el que L´Oreal Professionnel hubiera inventado las ondas surferas que duran 8 semanas y mi gran pena al ver que, debido a las mechas, no pude probarlas.
Sin embargo probé en es salón de Alberto Cerdán el spray para casa y ahora, a mi vuelta de Asturias, lo he vuelto a probar en casa.
La verdad es que el producto me gusta nada más tenerlo en las manos: el spray es bastante cómodo de utilizar y la fragancia es deliciosa.
Os cuento como lo aplico yo:
Lo he probado sobre el pelo limpio pero lavado el día antes, para que no fuera demasiado lacio.
Divido el pelo en dos partes aplico y enrollo cada lado en plan Princesa Leia.
La verdad es que se seca en aproximadamente media hora, dependiendo de la cantidad que hayas aplicado, pero puedes acelerar el proceso con un secador (y mejor si es con difusor). Yo lo he dejado secar para tener un resultado más natural, no tan rizado.
El resultado me ha gustado bastante. Consigues un efecto recién llegada de la playa bastante chulo y el pelo queda con bastante volumen y fuerza.
Foto: Surf Camp Ribadesella