Hace años que conozco la marca Dulkamara pero hasta ahora no recuerdo haber probado sus productos.
En concreto tenía ganas de probar las famosas Savias de bambú. No sabía muy bien lo que eran, me fascinaba todo lo que había leído sobre ellas.
La firma Dulkamara extrae con el máximo mimo lo mejor del bambú, y lo hace a aprovechando la máxima riqueza de la raíz, o las yemas, manteniendo intactas sus propiedades para que los beneficios sobre la piel sean máximos.
Como os digo, me apetecía mucho probar las savias de bambú.
El producto me fascinó desde el primer momento. El envase ya inspira lujo y esa armonía que tienen los productos de lujo que invitan a aplicarlos con calma.
Reconozco que al aplicarlo sobre el dorso de la mano, me sorprendió que fuera un producto tan líquido (no sé por qué me había imaginado que sería más lechoso). La textura es como un tónico: líquido, muy fluído y fresquito.
Deciros que sirven para desmaquillarse, empapando un disco de algodón y limpiando la piel con ello, pero a mi me gusta aplicarlo como tónico, con la piel limpia.
Deja una sensación de piel perfecta, poros cerrados y muy confortable.
El punto fuerte de este producto, es que sirve para preparar la piel y que esta aproveche al máximo la potencia de cualquier tratamiento posterior. Así que después de tenerlo un rato sobre la piel, aplico mi crema habitual.
Se aplica por la noche y en caso de piel grasa, también se recomienda utilizar por la mañana.
Llevo poquitos días pero como os digo me está gustando muchísimo.
El precio son 50 euros (yo lo he encontrado en esta tienda especializada en cosmética natural).