Desgraciadamente todos conocemos la anorexia, y la bulimia, hemos oído hablar de la vigorexia, pero la última enfermedad en aparecer relacionada con la belleza es la TANOREXIA.
Todos conocemos a una o varias personas que viven obsesionadas con el sol.
A la vez que se van poniendo de moda las pieles cada vez más claras y perfectas, mientras se van descubriendo más y más efectos nocivos del sol en la piel, y mientras las firmas van introduciendo los factores de protección solar cada vez en más productos, hay gente que prefiere «dejarse la piel» bajo el sol.
Cada vez se conocen más casos de tanorexia, u obsesión excesiva por el bronceado.
Según la web Qué belleza, los síntomas son:
Mal humor ante la imposibilidad de estar todo el tiempo tomándo el sol, o cuando un día de verano hace mal tiempo, lo que en otras patologías se conoce como síndrome de abstinencia.
Obsesión por no perder el bronceado.
Frustración sobre su color de piel (fototipo), pensando que es más pálida de lo que en realidad es.
Tomar el sol en las horas centrales del día para conseguir más rápidamente el bronceado, aún sabiendo que son las horas más peligrosas.
Al igual que en la anorexia, tienen una percepción irreal de sí mismos y como este tipo de patologías, la tanorexia, necesita atención médica, no solo por ser un desorden metal, sino por los daños que puede causar en la piel de quienes la padecen.
Así que seguid los consejos de los dermátologos y no toméis el sol en las horas centrales del día y aplicad cremas con protección solar siempre.