Ay, qué calor…

toallitas-desodorantesSupongo que no soy la única que anda mareada con este tiempo que te obliga a llevar una bufanda y una camiseta de tirantes y aún así, nunca se acierta.
Supongo que no soy la única a la que a las cuatro de la tarde le ha dado un sofocón de calor y se ha dicho «me achicharro…, pero es que cuando decidí ponerme esta mañana manga larga, hacía frío…».
Supongo que no soy la única que con tanto cambio, y tan brusco, sale del coche con chaqueta y descubre que hace un sol de justicia, o sale con tirantes y lo que le sorprende es un chaparrón.
Cuando lo que te sorprende es el frío inesperado, pues ya se sabe lo que viene: catarros, toses, y demás lindezas…
Pero cuando lo que te sorprende es el calor sofocante e inesperado a mi me preocupa ponerme a sudar y no tener desodorante a mano.
Hace poco, mientras esperaba a una amiga junto a la puerta de Sephora, descubrí unas toallitas desodorantes para mi colección de por-si-acasos.
Como el precio eran dos euros, ni me lo pensé. Tengo una barrera emocional que me permite no sentirme culpable por compras inferiores a 3 euros, aunque al llegar a casa descubra que no me hacía falta. Pero no fue el caso.
nopanicBueno pues las toallitas desodorantes de Sephora me han permitido ir tranquila y, aunque sólo he utilizado un par de ellas, la verdad es que me han venido de perlas.
Lo mejor es el nombre: NO PANIC.
Efectivamente, es lo que una piensa cuando el mercurio se pone a subir, y al bajar del coche marca 5 grados más que cuando decidiste ponerte ese jersey tan mono esta mañana.
«NO PANIC», me repito yo.
Abro la toallita y aunque me sobra la mitad, pues voy mucho más tranquila, que ya es bastante.