Nosotras, que hemos superado casi dos meses de operación bikini… mientras buscábamos una crema reductora que obrase el milagro…
Nosotras, que hemos reído (y alguna vez llorado) en el probador al ver cómo nos quedaba aquel bikini tan extraño…
Nosotras, que hemos pasado por sesiones interminables de peluquería para tener el pelo listo, de manicura y de depilación…
Nosotras, tan monísimas de la muerte y tan estupendas, por fín, pisamos la tan deseada arena de la playa.
Pero no sé que nos pasa, que una vez allí nos trasformamos en una especie de super-héroe dispuesto a salvar a la humanidad de los rayos del sol.
Y así, las playas se inundan de repente, de madres que persiguen a sus hijos para que se pongan una gorra preciosa que les compraron en Zara el último día de rebajas, o con un spray de protección altísima que, según nos aseguró la farmaceútica, era facilísimo de aplicar a los niños…
Por no hablar de los hombres… por alguna extraña y desconocida razón, las mujeres hemos asumido el rol de pringarnos de crema para que su espalda no parezca un homenaje a la roja cuando cae la tarde.
A veces pienso que la nueva moda de cremas para hombres la hemos inventado las mujeres para ver si, por fín, conseguimos que nos dejen tumbarnos en la hamaca un ratito y descansar…
Además de disparar crema protectora sobre la humanidad, la súper-heroína en la que nos transformamos es capaz de sacar de su bolsa (más propia de Mary Poppins que de una heroína de comic) gafas de sol, el semanal del periódico, unas monedas para ir a comprar agua al chiringuito, unos kleenex, y un reloj cuando alguien pregunta la hora.
Y con este panorama comprenderéis que cualquier ayuda tecnológica o invento para facilitarnos la vida en la playa sea bien recibido.
Uno de los últimos gadgets que me han llamado la atención, han sido lo que yo llamo las pulseras vigilantes de la playa, es decir, unas pulseras que te avisan de cuando has tomado demasiado sol.
Se llaman UV Sun Sense y su utilización es tan fácil como ponerlas en la muñeca y extender sobre ellas la misma cantidad de crema que sobre el resto del cuerpo.
Cuando haya que huir del sol o aplicar otra vez la crema solar, cambiarán de color.
El otro invento viene de la mano de la firma Ecran, que por si no alguna no lo recuerda, es aquel after sun azul y blanco que todos los treintañeros hemos utilizado de pequeños.
Ecran presenta su linea solar que además protege contra las medusas (esto no es nuevo) pero lo que me ha encantado: Ecran Cleanbite Medusas, una especie de espátula que elimina los restos de picaduras de medusas.
La eliminación de los filamentos que dejan las medusas, permite que en un tiempo récord (de 1 a 4 horas) se alivie la zona.
Sólo cuesta 3 euros así que creo que lo voy a añadir a mi ya cargadísima en la bolsa de la playa… no vaya a ser que tenga que salvar a la humanidad… de alguna medusa…
¿Qué os parece? ¿Útiles? ¿Tonterías?