Siempre me ha llamado la atención la cantidad de ventas que se frustran por la falta de comunicación entre dependienta y cliente.
Hay días en los que una entra en la perfumería, con mucha prisa, simplemente a comprar la base de maquillaje que se le ha terminado. No te apetece hablar con nadie. Sólo entrar, coger el producto, pagar y salir con toda la prisa del mundo.
Otros días, una no tiene demasiado tiempo pero sí necesita cierto asesoramiento rápido.
Sabes lo que necesitas pero tienes alguna duda, o quieres confirmar que no te equivocas en tu compra, que no están las cosas para equivocarse…
Y otros días, sin embargo, una va con tiempo y necesita asesoramiento personalizado.
No le importa gastar tiempo, pero quiere estar absolutamente segura de que lo que se lleva es lo mejor para ella.
En esto, como en todo, la famosa ley de Murphy funciona de maravilla, y el día que más prisa tienes te encuentras con la más encantadora de las dependientas que no sólo está felíz de haberte encontrado, sino que además, es un auténtico pozo de sabiduría cosmética.
Por el contrario, el día que una necesita asesoramiento y además no tiene ninguna prisa, te enfrentas a una dependienta que, o bien está hablando por teléfono, o contándole a su compañera el episodio de ayer de su serie favorita, o simplemente hoy (precisamente HOY) no tiene ganas de nada, y menos de atenderte a ti.
Y así, una sale del stand pensando que es una pena, que tú que hoy ibas con ganas de gastar y además te habían hablado maravillas de esa marca, te vas de cabeza al stand de enfrente simplemente porque «no ha habido suerte».
Por eso me ha llamado la atención una iniciativa que Clinique ha puesto en marcha en toda Europa y de la que podemos disfrutar en el stand de El Corte Inglés de Castellana en Madrid.
La idea es simple y, a priori, muy buena.
Cuando uno entra en el stand de Clinique, elige una pulsera según el tipo de servicio que necesita:
* Pulsera verde = Tengo tiempo, hablemos («I have time, let’s talk»)
* Pulsera blanca = No me sobra el tiempo. Necesito ayuda rápida y concreta («Time is of the essence»)
* Pulsera rosa = No necesito nada, sólo estoy mirando o tengo muy claro a por lo que vengo («Browsing and happy»)
De esta forma conseguiremos que la dependienta de Clinique «casi» nos lea la mente y el servicio sea totalmente a medida.
Sólo con ver la pulsera que hemos elegido, podrá saber si tenemos mucho o poco tiempo, o si por el contrario, no necesitamos ayuda.
No sé si tendrá éxito, pero hay que reconocer que la idea es muy buena.
Os dejo con un vídeo que lo explica muy bien:
Clinique «Service As You Like It» animation from Phyllis Goldberg.
Por supuesto, además de la idea de las pulseras, Clinique pone a nuestro servicio (para que la experiencia sea completa) un probador en el que poder probar tú misma cada producto y el asesoramiento de las consultoras de Clinique que examinan tu piel y después de un diagnóstico exhaustivo, te recomiendan lo mejor para tu piel.
¿Qué os parece? ¿Pensáis que funcionará?