Me encanta.
Elizabeth Arden cumple nada menos que 100 años. Y lo celebra rindiendo homenaje a sus comienzos.
Un estuche con una estilosa ilustración del edificio con la emblemática puerta roja.
Dentro del estuche, la fiesta continúa con su mundialmente conocida Eight Hour Cream y dos botecitos con bálsamo labial.
Eight Hour de Elizabeth Arden puede presumir de encontrarse entre los cosméticos más vendidos de la historia. Es todo un clásico.
La creó en 1930 para curar las heridas de sus caballos.
Después, una amiga suya aseguró que la crema había curado las heridas y rasguños de la rodilla de su hijo en tan solo 8 horas, y entonces le pusieron ese nombre.
Dicen los que la han probado que, más que una crema, es un ungüento multiusos capaz de regenerar la piel con quemaduras, cicatrizar, reparar unos talones agrietados, hidratar y calmar después del sol, aliviar unas piernas cansadas, ablandar cutículas, y mantener impecable la piel de todos los que la tienen a mano.
Los precios parten desde los 15 euros, según el tamaño.
Es muy untuosa, color anaranjado y con un olor un tanto «medicinal».
Son muchas las celebrities que se declaran fieles a esta crema milagrosa que mantiene la fórmula original de los años 30.
Periódicamente la firma saca ediciones limitadas de la crema con envases que evocan a los años 50, 60 o como en este caso celebran su centésimo aniversario.
Yo desde luego, la voy a llevar conmigo este verano… por si me hace falta!