Siempre me han gustado las personas alegres.
Generalmente, las personas más alegres con las que me he encontrado a lo largo de mi vida, son a menudo, las que han tenido la vida más difícil. Y ello, me ha parecido siempre, de una generosidad infinita.
Todos tenemos problemas, todos nos sentimos inseguros, tristes, nerviosos, enfadados, en algún momento… pero demostrarlo es el camino más fácil. Lo más difícil, y por ello, lo que es más de agradecer, es hacer la vida fácil a los demás, sonreir, estar de buen humor y ser amable con los demás.
Puede que sea por ello, que mis películas favoritas traten de personas o momentos tristes, que tratan de derrochar felicidad a su alrededor (como Desyuno con diamantes o La Vida es bella, deRoberto Benigni).
Cuando vi por primera vez el anuncio de La vie est belle de Lancôme, me inspiró felicidad y me pareció que era el nombre más bonito e inspiracional que se le podía poner a un perfume. Porque nos anima a empezar el día siendo libres, alegres, y a dejar los problemas atrás intentando ser felices.
«La felicidad es un lujo al alcance de cualquiera», así describiría yo la fragancia de La vie est belle L’Absolu de Parfum.
Alta perfumería para conseguir una pequeña dosis de felicidad y hacernos sentir mejor.
L´Absolu de Parfum intensifica aún más el aroma seductor de la fragancia original y además de darle un toque empolvado, tiene un acorde goloso, enriquecido con praliné crocante, frutas como la pera y la grosella negra, y el haba tonka con inflexiones almendradas, envueltas de uno de mis aromas favoritos, la vainilla.
Felicidad, elegancia, intensidad y sensualidad en un frasco. ¿Quién necesita más?