Mojar. Aplicar champú. Aplicar acondicionador o mascarilla. Quitar la humedad. Aplicar aceite. Protector. Secar.
Cada vez añadimos más pasos a nuestra rutina capilar diaria, pero ahora que nos hemos acostumbrado, comienzan a surgir movimientos que nos invitan a cambiar el orden de estos pasos.
Después de la fiebre del no poo que consiste en lavarse el pelo sin champú (ya que culpa a los productos químicos de estropear la salud del pelo) llega ahora la fiebre de lavarse el pelo al revés (Reverse Har Washing) y hay quien asegura que los resultados son espectaculares.
La idea es aplicar primero el aceite (este paso nos lo podemos saltar), después el acondicionador y después el champú.
Surge de una bloguera que necesita lavarse el pelo a diario, pero nota que se le engrasa mucho con el acondicionador. No puede dejar de utilizarlo porque su pelo, sobre todo las puntas, queda seco, encrespado y enredado.
¿En qué consiste?
Paso 1: Acondicionador
Después de mojar el pelo en la ducha, aplica el acondicionador y peina desenredando el pelo. Deja el acondicionador actúe 5 minutos.
Paso 2: Champú
Cuando notes que el pelo está hidratado, enjuaga y aplica un poco de champú suave.
Las chicas de Bobbyglam defensoras de esta técnica, aseguran que funciona de maravilla en pelo fino.
Si tenéis el pero más grueso, seco o estropeado, es mejor que sigáis en ritual de toda la vida: champú y después acondicionador.
¿Qué os parece? ¿Algo nuevo que probar u otra moda pasajera?