El protector que además de cuidar tu pelo, querrás aplicarte cada minuto

Montibello Save my heart

El producto del que os quiero hablar hoy es de esos productos que una dice «¡¡¡pero cómo no lo he probado antes!!!» porque enamora desde el primer uso.

Durante muchos año no le di demasiada importancia a proteger el pelo de las herramientas de peinado (secador, tenacillas, planchas… perdón, stylers) ni del cloro o de los rayos del sol.

Digamos que el sol siempre potenciaba los reflejos dorados y hasta me gustaba, y el resto, pues con el ritmo de vida, los madrugones, niños, trabajo… cualquiera se acordaba del protector térmico.

Sin embargo, con el tiempo, vas valorando la importancia de cuidarlo y sobre todo, llevándolo largo, la necesidad de cuidarlo para evitar el encrespamiento y las puntas abiertas.

Así que tardé dos días de piscina en acordarme de él y probarlo.

Su nombre ya lo anuncia todo: Montibello Save My Heart 

La primera alegría me la llevé cuando leí «hair and skin» y no porque me lo fuera a aplicar en la piel sino porque siendo una bruma es inevitable que caiga en la piel.

Pero la mayor alegría, sin saber aún su efecto, es la fragancia. El olor. Maravilloso. Delicioso.

Así que estoy enviciada echándomelo cada dos por tres en el pelo. Y mi pequeñina cuando le llegó el olor, rápidamente se giró y dijo «¿qué es eso que huele tan bien?»… enviciada también.

Así que os podría decir que lo utilizo porque es maravilloso, porque protege el pelo y porque siendo de Montibello, la calidad está asegurada… pero no. Además de todo eso, lo utilizo porque es un placer olerlo y porque  la bruma cuando cae en los hombros también es maravillosa.

Podéis saber más en la web de Montibelloy podéis encontrarlo en peluquerías y sitios especializados.

(En Amazon (aquí) tenéis uno que es la versión anterior, pero no es el último.)