Cuando supe de la existencia de este producto no pude esperar a contaros lo que de él decían las que lo habían probado.
Y del mismo modo, cuando el equipo de Estée Lauder me lo envío para que lo pudiera probar y contaros mi opinión, no pude esperar un minuto a hacerlo.
Se trata, como os conté hace unos días (podéis leerlo aquí) de un nuevo producto que no estábamos utilizando hasta ahora, así que la primera pregunta que nos viene a la cabeza es ¿lo necesito realmente?
Pues tienes dos opciones: o no probarlo nunca, o probarlo y que pase a formar parte de tus imprescindibles, como me ha pasado a mi…
Os doy las 5 razones por las que merece la pena comprarlo:
1.- Su cepillo curvado permite rizar las pestañas. Yo que no soy demasiado fan del rizador de pestañas, he encontrado una forma ideal de darles forma. Y es ideal para las pestañas inferiores.
2.- Utilizar Little Black Primer sin aplicar máscara de pestañas a continuación, deja unas pestañas naturales, pero con forma volumen. Ideal para los días en que no te maquillas apenas.
3.- Si tienes las pestañas claritas (como es mi caso) es una forma de darles color negro sin que parezcan casi maquilladas.
4.- Como preparador de las pestañas antes de la máscara. Lo aplicas y los efectos de la máscara de pestañas (en mi caso Shocking de YSL, ya lo sabéis) se multiplican.
5.- Para fijar la máscara y darle «efecto waterproof«. No hace falta que os diga la facilidad que tengo para que se me llenen los ojos de lágrimas (por felicidad, por emoción, por todo…) así que este producto me permite aplicar mi máscara habitual, hacer que dure 10 horas y que sea resistente al agua o lágrimas.
Lo podéis encontrar en loa puntos de venta de Estée Lauder y tiene un precio de 26,50 euros.