Cumplir 50 años supone coleccionar protectores solares de uso diario, tratar de equilibrar la balanza entre hidratar y cubrir (lo que es especialmente complicado cuando hablamos de base de maquillaje) y empezar a tener ciertas manías cuando descubres un producto de belleza que te funciona y que prefieres no cambiar.
A mi, esto último me ha pasado con algunos productos de Lancôme: cuatro productos que me llevaría a una isla desierta porque me parecen casi imposibles de mejorar.
Los primeros flechazos del otoño llegaron de la mano de Teint Idole Ultra Wear C.E. Skin Transforming Bronzer & Highlighter, unos polvos que se lanzaron en verano pero que yo estoy utilizando a diario desde septiembre (y no pienso dejar de hacerlo).
Yo utilizo dos: uno muy claro que me aplico bajo los ojos , nariz y barbilla en muy poca cantidad y uno más oscuro que me aplico como bronceador o lo que en mi época se llamaba «polvos de sol».
Pero además, desde hace meses (tantos que es posible que ya os lo haya contado) utilizo el lápiz de ojos, el corrector de ojeras (el único que no deja cuarteada la zona) y la mejor máscara de pestañas que hay en este momento en el mercado: Hypnôse Drama Máscara de Pestañas de volumen extremo.
Hypnôse Drama Máscara de Pestañas de volumen extremo, es una máscara de las que da volumen, curvatura y negro absoluto. De las que me gustan y me han gustado siempre y últimamente no encontraba.
Estoy totalmente enamorada, creedme. Su precio es de 40 euros y vale la pena cada uno de ellos.
Teint Idole Ultra Wear All Over Concealer es de los correctores de ojeras que no cuartean y además, es posible encontrar el tono perfecto. Como digo en el título, me lo llevaría a una isla desierta.
Y por último el lápiz de ojos. Pensareis que en la época del eyeliner, un lápiz de ojos no puede sorprenderos, pero para mi, que siempre me he maquillado con lápiz ha sido bastante difícil dar con uno que me guste.
Este se llama Le Crayon Khôl y, aunque algunos días utilizo Liner Idôle Waterproof, me apaño mucho mejor con el lápiz.
Así que además de ser los productos que más utilizo, os prometo que me los llevaría a una isla desierta.