Hoy tengo que haceros dos confesiones.
La primer es que nunca veo la gala de los Goya.
Desde hace unos años, las únicas veces que me permito trasnochar son por motivos de trabajo y requerimientos y despertares infantiles que todas conocéis…
La segunda es que adoro a Lydia Bosch. Desde siempre.
Hace muchos años (tantos que prefiero no echar cuentas y ponerme a llorar) la que escribe fue a ver una obra de teatro de Lydia Bosch con el colegio, y después, mi amiga se empeñó en ir a saludarla al camerino.
Eran otros tiempos y fuimos como si tal cosa. Lydia salió con un albornoz blanco y tan sonriente como siempre, y nos atendió como si fueramos casi familia suya. Estuvo charlando con aquellas dos niñas, con una amabilidad que hizo que, aún hoy, le guarde un cariño especial.
Desde entonces siempre me ha parecido una chica encantadora.
Me la he encontrado en grandes eventos y varias veces haciendo la compra y os aseguro que, más o menos arreglada, siempre está estupenda.
Ayer deslumbró en la Gala de los Goya en el Teatro Real de Madrid.
Elegante y cercana, brilló en la alfombra roja con un vestido palabra de honor color nude de la diseñadora Pilar Barreiros, y una preciosa y sofisticada melena ondulada.
La estilista Mónica Roldán, a la que confían sus melenas muchas famosas españolas, supo peinarla de forma que desprendiera glamour y a la vez no perdiera su conocida espontaneidad.
Y para ello utilizó unos productos de Moroccanoil, que tengo la suerte de estar probando y de los que os hablaré muy pronto.
Mónica Roldán nos ha contado cómo consiguió ese look:
“Comencé aplicando la Crema Hidratante para Peinar Moroccanoil® sobre el cabello húmedo para aportar suavidad a la hora de peinar y combatir el encrespamiento. No paró de llover durante toda la tarde en Madrid y quería asegurarme de que su cabello se mantenía intacto durante toda la noche. Utilicé un cepillo redondo grande para secar su melena con secador, incidiendo y creando volumen desde la raíz.
A continuación, me ayudé de una tenacilla para conseguir las ondas. Marcando mechón a mechón, los fui sujetando con una pinza y una vez tenía todos los mechones rizados la solté.
Sobre el cabello ya ondulado apliqué una pequeña cantidad del Tratamiento de Aceite Moroccanoil® en mis manos y con los dedos fui moldeando y colocando cada mechón mientras daba cuerpo al peinado. El aceite proporciona brillo y suavidad a la vez que aporta flexibilidad al cabello.
Tras fijar la melena, para finalizar vaporice unas gotas del Spray de Brillo Intenso Moroccanoil® a unos 20 cm de distancia del peinado y dejé reposar durante 5 minutos. El resultado fue una melena natural, brillante y elegante”.
Los productos utilizados han sido todos de Moroccanoil, basado en el aceite de argán para peinado, acondicionado y acabado.
Tiene una fórmula muy ligera que no engrasa y que deja el pelo precioso.
Muy pronto os hablaré de ello con más calma.
¿Vistéis la gala?
¿Qué look os gustó más?