Septiembre se está haciendo cuesta arriba.
Me consta que no soy la única que parece vivir encerrada en la oficina, la única con montones de trabajo sobre la mesa, con reuniones infinitas y presentaciones a clientes durísimas.
Tampoco soy la única que añora el verano, los rayos de sol y a la que no le gusta tener que depender de un abrigo y un paraguas para salir a la calle.
Así que toca mimarse. Y cualquier capricho, mimo o producto que nos regale un poquito de bienestar, está más que justificado.
Mi último capricho en lo que al cuerpo se refiere es Ritualessence Delicious Body Cream, una deliciosa crema corporal.
¿Lo que más me gusta? Su olor. Un aroma a violeta y mora que me chifla.
Pero además, se trata de una crema deliciosa, suave y que se absorbe de forma inmediata dejándola hidratada, suave y protegida.
También es apta para pieles sensibles, que nunca está de más.
Su precio son 30 euros (el envase de 200 ml.).