No sé si alguna vez os habéis tenido que enfretar a un impétigo (una infección en la piel que provoca una bacteria que entra por la picadura de un mosquito o a través de una herida) pero espero que no tengáis que hacerlo jamás.
Yo tuve que sufrir que a través de una picadura afectara a mis hijos y lo recuerdo con terror… las heridas provocan picores, los niños no pueden evitar rascarse y esto además de hacerlo contagioso y que se extienda por todo el cuerpo, hace que no cicatrice y no se pueda tratar bien la piel.
Pero saqué algo positivo de todo aquello. Aprendí que si había un ingrediente «casi mágico» para la piel era el zinc.
En aquel entonces todo se resolvió con una solución de sulfato de zinc que me prepararon en la farmacia.
Así que cuando leí que el último lanzamiento de La Roche Posay (una de las mejores marcas cuando hablamos de pieles sensibles) era una solución de sulfato de zinc, me sonó a música celestial.
Su nombre es SEROZINC y se trata de un producto dirigido a pieles grasas, pero yo que la tengo seca pero muy sensible, ya he probado y pienso utilizar.
Se trata de una bruma anti-brillos y que cierra los poros dilatados, a base de agua purificada, sodio y zinc.
Se puede utilizar en mujeres que tienen brillos, para fijar el maquillaje o en adolescentes con pieles grasas (en cara, escote y espalda) y también en hombres para calmar la irritación por ejemplo del afeitado.
Resumiendo se trata de un producto para calmar, purificar y matificar.
Yo lo estoy aplicando en la piel de los niños que es atópica y con la llegada de la primavera está un poco irritada y de momento, les calma mucho el picor (aunque realmente no tengo la certeza de que sea para esto).
Se vende en farmacias y tiene un precio de 14 euros.