Dicen que aproximadamente un 5% de la población cree que sus orejas son grandes o están despegadas más de lo que les gustaría.
Sin embargo, afirman que la ostoplastia, es decir, la operación de estética mediante la cual se corrigen estos defectos es bastante dolorosa y no siempre se puede realizar.
Conozco a muchas personas (adultos y niños) que sufren cierto complejo por las llamadas orejas de soplillo y que prefieren taparlas con el pelo antes que pasar por un quirófano.
Afortunadamente, Francisca Gamero, una madre en paro, preocupada por el sufrimiento de su hija ante este problema, decidió dejar de utilizar esparadrapos y crear una protesis de silicona que ayuda a corregirlo sin pasar por el quirófano: Ostostick.
Se trata de unas prótesis transparentes que se pegan a ambos lados obligando de esta forma a las orejas a permanecer más pegadas. Son prácticamente invisibles y se puede utilizar en niños a partir de 3 años.
Tiene un precio de 15 euros (la caja de 8 unidades), y cada unidad dura más o menos 3 días.
Por supuesto son hipoalergénicas y dicen que duran muchos más días de los que promete la caja, incluso bañándote en la piscina.
Personalmente creo que se trata de una solución fácil de probar, y con un precio asequible que puede evitar pasar por el quirófano a más de una persona y acabar con un problema que genera muchos complejos ¿no creéis?