Allí estaba yo, sentada en el stand de Bobbi Brown de unos grandes almacenes, mientras la maquilladora me intentaba demostrar lo buena que era la base de maquillaje fluida por la que le había preguntado.
Cuando me dijo que me iba a poner un nuevo corrector de ojeras que se aplicaba en dos pasos (primero una crema y luego unos polvos correctores para matizar) lo primero que pensé es que para qué hacer en dos pasos lo que la mayoría de los correctores hacen en tan solo uno… pero yo estaba alli decidiendo el fondo de maquillaje, no el corrector.
La maquilladora me aplicó el corrector en uno de mis ojos, dejando la ojera del otro al descubierto.
Cuando me enseñó el resultado en el espejo, no me lo podía creer… realmente había hecho casi desaparecer la ojera., era una maravilla. Ni que decir tiene, que lo añadí a mi compra y lo uso todos los días.
Una vez en casa, lo pude analizar más en detalle.
Tiene un pequeño matiz amarillo en todos sus tonos que hacer desaparecer las ojeras y cualquier pequeña manchita o venita que tengas en la zona.
Al principio parece que es un poco espeso pero al aplicar los polvos se va fundiendo con la piel y da un efecto natural.
La aplicación del segundo paso (los polvos) no es tan fácil. Yo espero unos minutos después de aplicar la crema para evitar que se mezclen y queden pequeños grumitos.
Pero lo que más me ha gustado es que después de todo el día sigue ocultando las ojeras sin sensación aceitosa (ya que se matiza con los polvos). Desde luego es un producto de larga duración y además contiene vitaminas A y E, lo cual no está nada mal.
La cajita puede durar mucho tiempo pese a su tamaño, ya que no se necesita demasiada cantidad.
Se vende en 12 tonos. Bobbi Brown en su últim libro Makeup Manual aconseja elegirlo en un tono menos que el de la base, pero yo lo utilizo en el mismo y el resultado me gusta bastante.
Una buena inversión sin duda.
Y por último deciros que está entre las 164 mejores compras aconsejadas por la revista InStyle.
