Siempre he presumido de no entender muy bien eso de «la crisis de los 40».
Ser una de las más pequeñas de la clase y de mi grupo de amigos (es lo que tiene nacer en diciembre…) me permite acostumbrarme a ciertos dígitos incluso antes de llegar a ellos y así, me pasan cosas como llevar un año hablando de mis 42 años, cuando en realidad solo tengo 41…
Pero este verano, las circunstancias, algún que otro susto de salud a mi alrededor, y puede que la edad (lo admito) me ha hecho replantearme muchas cosas y empezar a darle vueltas a todo con cierto frenesí…
Ello me ha provocado lo que yo llamo «crisis de los 40» y que creo que es algo buenísimo (pese a que la palabra «crisis» pueda despistar…). Creo que se trata de una época en las que las mujeres terminamos una etapa, y comenzamos otra, y por el camino, nos gusta parar, pensar, corregir, revisar y prepararnos para lo que vendrá en la siguiente década.
Si al llegar a los 30 ya teníamos más o menos, fijado nuestro rumbo laboral, le siguieron unos años de vida familiar, conciliación y un darte sin límites a los demás, que provocan que llegues a los 40 (ó 41, ó 42 o los que sean) con una sensación de no haberte mirado demasiado al espejo.
De repente, te das cuenta de que necesitas «repostar» para seguir funcionando y de que no te vale cualquier combustible, sea físico o mental.
No es raro que a esta edad comencemos nuevos hobbies, que volvamos al gimnasio o que de repente ya no te de igual salir de casa con lo puesto y la cara lavada.
Afortunadamente vivo rodeada de amigas que atraviesan esta fase a la vez que yo y con las que compartir una tarde charlando, lo que además puede convertirse en una de las mejores terapias que existen.
Una de las cosas que todas tenemos en común es que necesitamos respuestas rápidas, no queremos perder el tiempo.
Me sorprendía conocer que esta filosofía se aplica también en los productos de belleza dirigidos a nuestra franja de edad. Y cuando he leído por ejemplo, el dossier de prensa de lo último de Biotherm, he pensado que podía estar escrito por mi o cualquiera de mis amigas.
En él hablan de la necesidad de buscar fórmulas que nos devuelvan (o al menos a nuestra piel) la firmeza, la hidratación necesaria y nos proteja para que el paso de los días no afecte a nuestra piel.
Pero a los 40, quien más y quien menos, ha probado muchas (muchísimas) cremas que prometían lograrlo y nunca lo hicieron. Así que, aunque todas somos conscientes de que estas cosas deben lograrse a largo plazo, queremos ver o notar algo con cierta rapidez, que nos ayude a mantener la esperanza de que, esta vez sí, funcionará.
Su último lanzamiento (o mejora del anterior) se llama Blue Therapy Accelerated y se basa en combatir el «INFLAMMAGING», como ellos llaman a la inflamación provocada por los rayos UVB, el tabaco, la polución, el calor, el estrés…
Como siempre dicen en sus anuncios, el 20% de los signos de envejecimiento se deben al paso del tiempo y contra ellos, no podemos hacer nada. Pero el otro 80% se puede evitar.
Esta linea promete atacar precisamente ese 80% que se manifiesta en forma de pérdida de firmeza, arrugas y tono apagado. Todas esas «lindezas» que la edad nos ha traído que, por fortuna, podemos atenuar.
Los productos son:
Sérum reparador Blue Therapy Accelerated
Un serum con textura ligera y deliciosa.
Crema ligera Blue Therapy Accelerated
Esto es lo que promete la marca: «Desde la primera gota, la piel luce más suave e hidratada. Tras dos semanas de uso, se ve más lisa, más luminosa y uniforme y en el interior se han reparado 8 años de daños acumulados. Tras cuatro semanas un 97% de las mujeres vió un cambio visible, los signos del envejecimiento, manchas, arrugas y firmeza se atenúan y esta mejora se aprecia mucho más después de ocho semanas2 . «
No sé si será tan milagroso pero conociendo la eficacia de Blue Therapy y viendo lo bien que entienden las necesidades de nuestra generación, creo que me inspira mucha confianza. ¿No os parece?
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