No soy la única que lo dice. Todas sabemos, que muchas veces, el pelo lo es todo.
Da igual que vayas con la cara lavada, que las ojeras hoy sean imposibles de ocultar,… que si llevas el pelo bien, no sólo mejora tu aspecto sino que te sientes más segura.
Imagino que por ello, proliferan en los cajones de nuestro baño las herramientas de peinado y ya casi no podamos vivir sin unas tenacillas, unas planchas o mi último descubrimiento: el cepillo eléctrico.
Desde hace unos días estoy probando el cepillo Pro Flat Brush de Termix.
No sólo después de lavarme el pelo, sino como remedio a ese plan inesperado, a ese «pelo post-piscina» que no da tiempo a lavar, o como simple remedio para dejar el pelo más liso y brillante.
Cosas que me han gustado:
Alisa el pelo de forma fácil. No hace falta ni ser experta ni tener demasiada «maña».
Evita, de maravilla, el encrespamiento. Dicen en la marca que es por la tecnología iónica, pero la verdad es que es una pasada.
Como puedes controlar la temperatura, puedes controlar la potencia del peinado y del alisado, y además (aunque siempre recomiendo aplicar un protector térmico) evitar dañarlo demasiado.
Apagado automático. Os parecerá una tontería pero, aunque nunca me he dejado estas cosas encendidas, a veces las prisas me hacen dudar y esto, me da tranquilidad.
Podéis leer más sobre él aquí.