Libre y cautivadora. Sensual y adictiva.
Así es la mujer en la que se inspira Coco Mademoiselle de Chanel.
Uno de los perfumes a los que más veces he vuelto a lo largo de mi vida… por su dulzura, su intensidad pero además, su suavidad.
Siempre me ha fascinado Chanel nº5 pero admito que no es fácil de llevar. En ocasiones especiales, tal vez pero en la vida cotidiana, no tanto. Así que buscando hace años una alternativa, llegué a Mademoiselle y me enamoró.
El Eau de Parfum Intense se puede comprar con y sin vaporizador. Yo soy más de vaporizador pero es verdad que estos perfumes a veces son más sencillos de aplicar con un pequeño toque, cogiendo unas gotas con la yema del dedo y aplicándolo en el cuello, detrás de las orejas o en el dorso de las muñecas. Hay quien incluso, lo aplica detrás de las rodillas para tener todo el cuerpo perfumado.
Además, podemos completarlo con otros productos de la gama como la emulsión hidratante. Yo lo que suelo hacer es, los días que vas a estar en lugares cerrados o con gente muy cerca y no quieres llevar perfume, ponerme las cremas y leches hidratantes con el mismo aroma.
Lo bueno es que Chanel tiene todas las opciones con cada uno de sus perfumes.
Es un perfume atrevido y rebelde pero que desprende sensualidad.
De los que deja huella pero te deja con ganas de más. Suave y atrevido.
Dice la marca «Se trata de una fragancia oriental con toques amaderado y ambarino, y una dosis de pachulí realzada por la calidez de un acorde ambarino de absoluto de vainilla y haba tonka.
Un corazón de rosa y jazmín, y el frescor contrastado de los cítricos completan esta poderosa composición».
Y no puedo estar más de acuerdo.
Yo lo suelo comprar en perfumerías como Douglas que suelen tener precios bastante atractivos. Ya sabéis que en el mundo de los perfumes, varía mucho el precio.