Consejos de belleza por Whatsapp

Hubo un tiempo en que los blogs irrumpieron como una forma personal de contar las cosas, como oposición a las directrices marcadas por la industria y las agencias de comunicación.
Esta forma espontánea e informal de compartir con el resto del mundo un descubrimiento u opinión sincera sobre un producto, se convirtió en la referencia más fiable a la hora de decidir su compra.
Esto llevó a las empresas cosméticas, y a las agencias, a querer aprovechar el tirón de los blogs y a inundarnos de productos para probar y notas de prensa.
Ambas cosas están muy bien y facilitan bastante el trabajo de una bloguera, sin embargo, tienen un peligro, y es que se está perdiendo la frescura, la originalidad y la espontaneidad a la hora de compartir contenidos.
Los blogs se están convirtiendo en lo que tanto criticaban a las revistas en un principio.
secretos de belleza
Así que las personas que acudían a un blog para buscar opiniones fiables, se enfrentan a una saturación de contenidos casi idénticos y, a no ser que tengan identificados un par de «blogs de cabecera», terminan acudiendo a una amiga en busca de información «ya filtrada».
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Yo misma me sorprendo cuando alguien de mi entorno me pregunta si es realmente bueno un producto del que he hablado bien en este blog. «Claro – contesto- Si lo he puesto en el blog, es cierto. ¿Qué sentido tendría si no?».
Sabéis que nada me gusta más que cuando me decís que uno de los productos que os he recomendado o de los trucos que os he contado os han solucionado un problema.
Así que hoy os traigo uno de esos «consejos de amiga» en sentido literal, ya que a mí me lo dio una amiga de forma espontánea y, como reza el título del post, por Whatsapp.
Katia y yo llevamos mechas rubias, tirando a blanco (lo que se llama con el feo nombre de «rubio ceniza») y tanto a ella como a mi, nos horroriza el tono anaranjado al que muchas veces acaban tendiendo según pasa el tiempo.
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En estos casos, puedes acudir a la peluquería y que te den un matizador con pigmentos azules (ya os conté lo bien que me quedó la BB Color de L´Oreal Professionnel que me pusieron en Carche).
El problema es que no siempre tienes tiempo de acudir a la peluquería, así que tocaba buscar una solución «de urgencia» en busca de ese tono de rubio «más blanco». Y entonces me contó un truco casero que que después de probarlo varias veces me ha cambiado la vida, y tenía que compartirlo con vosotros.
mechas blancas
Se trata de mezclar un champú azul (suelen llamarse «champú para cabellos blancos») con una mascarilla y utilizarlo a modo de matizador casero para recuperar el blanco de las mechas (o del tinte si es vuestro caso).
Hay muchas marcas de champú con este tono «azulado» pero yo he probado el más barato, el de Deliplus (con un precio de 2,50 euros) y funciona fenomenal. Si os soy sincera, asusta un poco al comprarlo y ver ese bote tan horroroso, pero lo importante es que funciona…
La idea es mezclarlo con una mascarilla (la que utilicéis normalmente) a partes iguales.
Ojo: Deliplus tiene una mascarilla azulada (que también llama «para cabellos blancos») pero me han recomendado utilizar el champú que tiene más pigmento azul y mezclarlo con la mascarilla que queramos. El resultado es mejor.
Se aplica sobre el cabello seco o un poco humedecido, y si la parte que se amarillea (o queda más anaranjada) es la raíz, aplícalo solo en la parte superior y extiéndelo a las puntas los últimos 5 minutos.
Después, te lavas el pelo normalmente y listo.
Podéis ver más detalles en el blog de Katia Rocha que, además de una gran amiga y bellísima persona, es quien me contó este truco… y por WhatsApp!
¡¡¡Si lo probáis contadme!!!