No lo llamaré contouring porque estamos ya todas un tanto hartitas de todas las técnicas que nos imponen y a las que se da un nombre preferiblemente en inglés y que acabe en «ing».
Pero tengo que decir que pese a que se asoció con la imagen de una Kardashian hiper-mega-contorneada, esta técnica, utilizada con muuuuucha moderación puede ser fantástica y yo la suelo aplicar.
Aparecen muchos productos y yo suelo intentar quedarme (y mostraros) los que son para todos los públicos, es decir, casi para torpes. Porque si esta técnica me parece maravillosa, también os digo que el mínimo exceso puede ser un desastre…
Me ha gustado este producto de Maybelline NY (no es novedad pero no lo había visto hasta ahora) que parece fácil de utilizar y que estoy deseando probar.
Lo primero es que es un producto en crema, que para mi es la textura más fácil porque la puedes difuminar bien y el riesgo de que parezca que tienes un hematoma (reiros pero es lo que me preguntó mi madre la primera vez que utilicé un producto de contouring…) es menor.
Tiene dos lados, un iluminador y otro «oscurecedor» para marcar las facciones.
La verdad es que yo, de todos los productos de contouring que pruebo acabo gastando el «oscurecedor» y nunca el iluminador porque opto por los de toda la vida, pero es cómodo tenerlos juntos.
¿Cómo se utiliza?
Es mejor aplicar antes tu base de maquillaje y después marcar las facciones con el lado oscuro y lo que queramos reslatar con el claro.
Difuminas bien con una brocha o esponja de maquillaje y listo.
No tiene ciencia, pero como os digo, la clave está en quedarte corta antes que pasarte.
¿Cuánto cuesta?
El precio ronda los 7 euros, depende de la perfumería.