La llegada del calor trae consigo, como no puede ser de otra forma lo que yo llamo el «momento sandalia» (me da igual que sean una sandalias, unas alpargatas o unas hawaiianas…).
Ese momento en el que los pies, después de un invierno escondidos tras el calzado invernal, salen a la luz y vienen los disgustos.
La piel suele estar seca, agrietada y algo más gruesa por lo que urge darle unos cuantos mimos…
Aprovechando que estoy poniendo a prueba el último bálsamo reparador de pies de Esdor, «Vid divine», os voy a proponer un remedio de urgencia para recuperarlos en pocos días.
1.- Sumerge los pies en agua tibia con sal durante 15-20 minutos. Puedes hacerlo mientras ves la tele o consultas Instagram 😉
2.-Repasa las zonas donde tengas durezas con una piedra pómez.
3.- Seca cuidadosamente y aplica el bálsamo reparador en pies (y en tobillos) generosamente masajeando la zona.
4.- Ponte unos calcetines de algodón y duerme con ellos. Esto permitirá que el bálsamo actúe durante toda la noche.
No hay más que echar un vistazo a sus ingredientes (manteca de karité, agua de uva, aceite de oliva, aceite de almendras dulces, aceite de mandarina y extractos de fruta de la pasión, limón. uva y piña), para darse cuenta de que supone una cura de hidratación maravillosa.
A mi me ha llamado la atención que no es una crema demasiado densa y de que no tiene apenas fragancia.
Tiene un precio de 14,90 euros y se vende en farmacias, parafarmacias y en la parafarmacia de El Corte Inglés.