Fue uno de los productos que vi a blogueras de otros países en el Skin Summit de L´Oreal Paris al que asistí hace semanas y desde entonces estaba deseando probarlo.
«Como las esponjitas naranjas que había antes en las oficinas de Correos, donde humedecíamos los sellos para pegarlos en las cartas». Con estas palabras os trataba de explicar hace algo más de un año la llegada a España del fenómeno cushion.
Lancôme fue la primera marca occidental en apostar por este tipo de textura y de aplicador para las bases de maquillaje y poco a poco lo ha ido extendiendo a otros productos como sombras de ojos e incluso labiales.
Pero ahora podemos decir que el maquillaje «cushion» (y perdonad el anglicismo pero «maquillaje cojín» o «maquillaje almohadilla» suena un poco raro) está al alcance de todas.
L´Oreal Paris ha lanzado su versión, y ya he podido probarla.
Como os digo, más que en la textura o la fórmula, la diferencia la marca la forma de aplicarlo que promete dar la cantidad exacta de producto y facilitar que se extienda bien.
Mi opinión es que se trata de un maquillaje que puede estar a la altura de los similares en marcas de lujo, que deja la piel fresca pero con acabado aterciopelado, nada graso ni con brillos.
Al presionar la almohadilla sobre la esponja sale bastante cantidad de producto, así que os recomiendo no presionar varias veces para no desperdiciar.
El acabado me ha gustado bastante y la cobertura es media, cubre bastante pero no asfixia la piel, importante de cara al verano.
Me parece una buena compra de cara al buen tiempo porque además se puede llevar en el bolso para retoques.
Ah, el precio es de 13,95 euros.
