El Día Internacional de la Mujer se está convirtiendo en una forma de recordarnos unas a otras que somos maravillosas (y lo somos) pero creo que, poco a poco, nos vamos alejando de los motivos que hicieron (y aún hacen) necesario que haya un día así en el calendario.
Hoy es un día para recordar los logros que la mujer ha conseguido a lo largo de décadas, y es también un día para recordar nuestra lucha por algunos derechos, pero no olvidemos que también es un día para gritar al mundo que muchas, muchísimas mujeres viven en condiciones infrahumanas, no tienen acceso a la educación o mueren dando a luz a sus hijos.
Me resulta complicado hablar de esto dentro de un mundo donde parece importantísimo la desaparición de una arruga o la eliminación de la celulitis, pero creo que merece la pena el esfuerzo.
Creo que el mejor homenaje que se puede hacer desde un blog de belleza es respetar a las mujeres. Respetar y promover la salud, el sentido común, el que todas somos guapas, por muchas arrugas que tengamos y evitar hablar de marcas que promueven perfiles de mujer que rozan la anorexia, o que no respetan los derechos de las mujeres a la hora de conseguir un ingrediente o de trabajar en una fábrica.
Creedme si os digo que yo intento hacerlo cada día en este blog…
Creo que merece la pena que los medios digitales nos adentremos en las compañías cosméticas para aplaudir a las marcas que aportan su granito de arena a mejorar la vida de las mujeres, así como denunciar las que no lo hacen.
Las que me seguís desde hace tiempo, sabéis que, hace unos años, después del insomnio que me provocaban las imágenes que llegaban desde Somalia, creé la iniciativa de «Bloggers por África» y quiero pensar que algo conseguimos.
Como os dije en aquel momento, no podría dormir tranquila si no utilizara un medio como este para ayudar o para evitar la muerte de un solo niño o tratar de agitar la conciencia de los que me leen.
«Poverty is sexist» (la pobreza es sexista). Así se titula la carta que mujeres como Meryl Streep, Beyoncé, Lady Gaga, Charlize Theron, o Christy Turlington han dirigido hoy los principales mandatarios europeos y africanos.
En la carta declaran que las mujeres son la clave para combatir el hambre y la miseria.
Acabar con las desigualdades y la pobreza tiene que empezar por ellas.
Una niña que no tiene acceso a la educación, una mujer que no tiene acceso a la sanidad, las madres que pierden su vida dando a luz a sus hijos, las niñas que sufren abusos, que mueren por enfermedades que en el primer mundo no nos harían pasar ni un día en la cama… ayudarlas a ellas, es ayudar a toda la población.
Pero no solo hay que mirar a África (que como sabéis, es mi debilidad) sino mucho más cerca, a nuestro alrededor.
Intentemos respetar a las mujeres, solidarizarnos entre nosotros, y tratar de hacer de este planeta, un lugar mejor.
Y por supuesto, no olvidar las batallas que cada mujer ha librado a lo largo de su vida. Madres que han sacado adelante a sus hijos sin medios, quienes ayudan en causas benéficas a los demás, aún cuando su vida es muy complicada, quienes luchan por defender los derechos de los demás o quienes luchan con uñas y dientes por salir de una terrible enfermedad, mientras sonríen a sus hijos…
Me causa cierta tristeza ver que las compañías cosméticas con quienes trabajo a diario, dejan pasar una magnífica ocasión, como es el Día Internacional de la Mujer, sin hacer algo realmente útil por las mujeres, por cambiar nuestra forma de pensar, de ver la realidad.
Todo se reduce a felicitaciones, a lograr presencia en redes sociales y poco más… No podemos permitirnos el lujo de no hacer algo más.
Me gustaría terminar felicitando a marcas como The Body Shop, Mio, Fridda Dorsch, L´Occitane y muchas otras que tratan de mejorar las condiciones de vida en lugares donde realmente hace falta, o de darle el respeto que el género femenino merece.
Y toda mi fuerza para quienes estén pasando por situaciones terribles provocadas por la crisis, por el cáncer, por el hambre… No olvidemos que el verdadero sentido del Día Internacional de la Mujer, es ese. Recordadlo.