Collistar ya nos había enamorado hace unos cuantos veranos con su gotas autobronceadoras.
El concepto era tan maravilloso que llevo varios veranos teniéndolas como uno de los productos imprescindibles: aplicas unas gotas autobronceadoras, regulando la cantidad según la intensidad del color que busques, a tu crema hidratante y obtienes un bronceado a medida.
No le he encontrado un solo «pero» al producto… y ahora Collistar nos sorprende con otro producto de esos que piensas ¿pero esto cómo no se le había ocurrido a nadie antes?… Sí. Llegan las gotas con protección solar.
Un SPF 50, tratamiento antiedad e iluminador… ¿es un sueño? Parece que no.
Su verdadero nombre es «gotas mágicas protectoras» y aprovecho para agradecer a la marca que ponga nombres sencillos a los productos (y a mis chicas de la agencia Kohl Comunicación, que siempre lo explican todo tan bien en las notas de prensa), que no podemos tardar más de dos minutos en quererlas ir a probarlas.
¿Mi experiencia? MARAVILLOSA.
Fáciles de aplicar, fáciles de mezclar con tu tratamiento habitual y con una textura agradable.
Protegen de la radiación UV e IR, la luz azul, la contaminación y el estrés ambiental y, por si fuera poco, aportan luminosidad y uniformidad a la piel.
Os resumo los ingredientes:
- Niacinamida (el ingrediente de moda) con acción antienvejecimiento e iluminadora capaz de fortalecer la barrera de la piel, regulan la producción de melanina, lo que ayuda con manchas y la hiperpigmentación. Además reduce las rojeces e iguala el tono de la piel.
- Agua de arroz italiano hiperfermentado, un activo italiano sostenible especial de acción homogeneizadora y antioxidante (no recuerdo bien pero hace años probé un producto basado en agua de arroz y era maravilloso).
- Smart Sun Protection, un innovador sistema de filtros Pro-vitamina D que (copio literalmente) «detiene únicamente la radiación dañina y aprovecha los beneficios del sol al mismo tiempo que protege la piel y estimula la producción de Vitamina D. Es capaz de bloquear la luz azul y los rayos infrarrojos, gracias al carotolino y la ectoína respectivamente. Deja pasar solo las frecuencias positivas de los rayos solares (verde-amarilla-roja), que ayudan a combatir el acné, el vitíligo y la psoriasis. Y es, a su vez, tratamiento antienvejecimiento, ya que tiene principios activos como la vitamina C y E encapsuladas en el ADN, para combatir los radicales libres que se activan durante la exposición solar directa o indirecta«.
El producto es resistente (mañana prometo ponerlo a prueba corriendo) y además no contiene siliconas, alcohol, ni alérgenos del perfume y es 100% vegano.
El modo de empleo es, como os decía, añadir unas gotas sobre la piel (en mi caso lo aplico sobre cara escote y cuello, porque para el cuerpo utilizo otros).
El precio son 38 euros que me parecen toda una inversión ahora que vienen tantos meses de sol.
Lo podéis encontrar en la web de Collistar (que al entrar para copiar el link me parece que he visto un 20% de descuento de bienvenida) pero también lo hay en Druni, Douglas, El Corte Inglés y resto de perfumerías.