Reconozco que ser blogger de belleza cada vez me gusta más.
Tengo la gran suerte de escribir porque me gusta y sin obligación, ni límites de ningún tipo, y creo que ese es el secreto para que día a día siga disfrutando con ello.
Pero aunque escribir me apasione, la blogosfera me ha dado muchas oportunidades de aprender, conocer y vivir experiencias extraordinarias y eso es algo que, de verdad, no tienen precio.
Mi último sueño hecho realidad fue viajar a Roma el pasado fin de semana de la mano de Valentino para la presentación de su última fragancia Valentina, y además, poder hacerlo rodeada de once de las mejores bloggers del mundo, en lo que a moda y belleza se refiere.
Roma era una de las ciudades con las que sueño hace años.
A las 4,30 de la mañana, sonaba el despertador, y la que os escribe se ponía en marcha con una sonrisa y un poco de corrector de ojeras en el bolso.
La llegada al Hotel Grand Plaza, en Vía del Corso, en plena milla de oro, en un lujoso Mercedes negro hizo que hasta algún curioso se parara a ver quién salía del coche… imagino su decepción al verme a mi y no a la celebrity de turno…
Bromas a parte, en el interior me esperaba una suite preciosa, que fusionaba lo clásico con lo más actual y en pocos minutos un brunch en la azotea donde nos fuimos reuniendo todas y donde disfrutamos de una estupenda comida.
Después, directas a uno de los puntos más mágicos y deseados: la visita al atelier de Valentino, en el Palazzo Mignanelli.
Allí pudimos conocer de primerísima mano cómo se trabaja, quienes son los clientes y cuales son las joyas que esconde Valentino…
No estaban permitidas las fotos en el interior así que os contaré que vimos vestidos como el que lució Jacqueline Kennedy en su boda con Onassis, el de la famosa foto de Marisa Berenson, o el que llevó Julia Roberts cuando recogió su Oscar en 2009 (bueno, este era una réplica porque ya sabéis que las actrices suelen comprar el vestido que llevan cuando recogen un Oscar, por motivos sentimentales…)
También pudimos ver el abrigo que lució la Princesa Beatriz en la último boda real inglesa y bromear sobre cómo había estropeado su look con un tocado algo desafortunado…
Ya os conté que tuve la suerte de lucir un velo de Valentino el día de mi boda y confieso que me emocionó un poco ver como hacían uno parecido. Una de las cosas que más me impresionó al ver los diseños tan de cerca, es la elaboración tan sumamente artesana y con pliegues que parecen imposible y que supongo, y sé, que llevan cientos de horas de trabajo…
Después, hicimos un alto en la lujosa boutique de Valentino en Vía Condotti, antes de llegar al Hotel de Russie donde nos esperaba Valentina!
Antes de leer la segunda parte del post, la dedicada a la fragancia, os dejo con el anuncio de Valentina, con la pegadiza canción «Via con me» del genial Paolo Conte (y que no es la versión original sino una versión realizada en especial para la ocasión…)
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