Sueña, que al final, se cumplen

Querida lectora,
Si estás leyendo estas lineas es que al final no he tenido que salir corriendo a la administración de lotería, botella de champagne en mano, para brindar porque soy millonaria, y no le he podido dar al botón de «publicar post».
Así que un año más, la suerte viene en forma de salud y de cariño, que es lo más importante, aunque no ayude a pagar las facturas ni la hipoteca…
Sin embargo, este año tengo más ilusión, si cabe, de que todos mis sueños se cumplan.
Y no es porque confío plenamente en la providencia y en la vida que, hasta la fecha, siempre me ha tratado bien, sino porque además, en Madrid, han inaugurado la Fábrica de los Sueños, donde no pienso dejar de ir a soñar estas Navidades.

Este post no tiene nada que ver con la belleza (al menos de la forma de la que habitualmente os escribo), y tampoco se trata de ningún post patrocinado por Loterías y Apuestas del Estado (ojalá!!! jajajaja….) sino de una recomendación para las que viváis o paséis por Madrid estos días porque, aunque yo aún no lo he hecho, me han asegurado que es espectacular y ya les he prometido a mis niños pasar las semana que viene a soñar… y a fabricar nuestros sueños allí.

Por supuesto, los sueños que mis niños van a intentar fabricar serán del tipo «un helado gigante que nunca se acabe» o «ir a merendar con Tarta de Fresa», y los míos «salud para los míos», «que ningún niño sufra» o que «se acabe el hambre en el mundo»… que ya puestos a soñar, hay que soñar a lo grande…
Y vosotras ¿Qué sueños tenéis?