A la hora de buscar un producto eficaz para cuidar nuestra piel, las texturas siempre han sido el punto más difícil.
Admito que nada me gusta más que una textura rica, que se funda con la piel y la deje nutrida, confortable… pero también es verdad que no me gusta que queden excesos sobre la piel, ni la sensación grasa que dejan algunas.
Por suerte, las marcas de lujo, como en este caso Guerlain, investigan en busca de soluciones y probablemente una de las más conseguidas (y a la vez deliciosas) ha sido el aceite que se funde en agua de su gama de Abeille Royale.
Conseguir un aceite que no deje textura grasa puede ser una verdadera proeza, pero si además, hablamos de un serum antiedad que consigue un efecto alisador de la piel (no os imagináis cómo la deja) y una piel elástica, más densa y a la vez llena de luminosidad, os aseguro que estamos hablando de uno de esos productos que hay que probar, al menos, una vez en la vida.
A mi me fascina por sus efectos a largo plazo pero también porque en el momento la piel se alisa, rejuvenece y además, se siente confortable (algo que en invierno agradezco mucho).
Y, como todos los productos de la gama Abeille Royale, se basan en las sustancias reparadoras que nos dan las abejas (y que Guerlain descubrió y ya sabéis que aparece en el logo de la marca) de la abeja son una de las sustancias reparadoras naturales más eficaces.
Este Concentrado Real Puro, que incluyen sus productos, estimula los mecanismos clave del proceso de cicatrización de la piel y de esta forma, ayudar a reparar las arrugas y combatir la pérdida de firmeza de los tejidos.
Os aseguro que además de una buena inversión, se trata de un producto magnífico para regalar en estas fechas.
Tenéis más info, precio, etc… en la web de Guerlain.
