Ni contorno de ojos, ni la mejor crema anti edad… A veces, nada te hace sentirte tan joven y con tan buena cara como un plan perfecto en la mejor de las compañías, ¿verdad? Dejadme que os cuente.
El mes pasado sorteaba en este blog una entrada doble (con vuelos de ida y vuelta, traslados y alojamiento) para asistir al concierto de Katy Perry en Birmingham.
Un premio de lujo que solo podía venir de la mano de alguien tan grande como ghd, marca de la que la cantante es imagen.
Pero ghd tuvo el detalle de invitarme también a mi al concierto y, lo que me provocó aún más emoción, darme la oportunidad de conocer a Katy Perry personalmente al finalizar el espectáculo.

Creedme si os digo que me hubiera gustado llevaros a cada una de vosotras y, aunque sé que no es lo mismo, os quiero contar el concierto a ver si consigo que sintáis, al menos, un poquito de lo que yo pude sentir.
El pasado 26 de octubre, llegábamos a Birmingham y tras una apretada agenda, a las 18:00 horas nos dirigíamos hacia el Birmingham National Indoor Arena (NIA) y comenzaba una verdadera noche de ensueño.

Después de los teloneros, el escenario se inundaba de piruletas, algodón dulce y muchos caramelos.
Un subidón de azúcar que sería sólo un adelanto de la dulzura que desprende Katy por cada rincón de los conciertos que da.
Ya sabéis que Katy Perry hace verdaderas películas en sus vídeos y también en sus conciertos.
Para ambientaros nada mejor que el vídeo deFirework, canción que Katy confesó su favorita y la culpable de que mi voz desapareciera después del concierto…

Una voz como pocas, un colorido muy de agradecer en estos tiempos y canciones pegadizas que hicieron bailar al más tímido de los allí presentes.

Una de las cosas que más me sorprendió de Katy fue su cercanía con los fans a los que invita a subir a escenario, y no del modo «soy una estrella, así que sube, y vete corriendo que mi seguridad es lo más importante» sino que se deja achuchar, besar y con una paciencia infinita sonrió a cada uno de ellos como si fuera su único seguidor…
Todo un ejemplo a seguir por muchas de sus competidoras…

Pero además, Katy tiene una vena cómica que yo desconocía que fuera tan buena y que nos hizo llorar de la risa, simulando estar bajo los efectos de un brownie con alucinógenos, o afirmando sentirse como una British old lady cuando se ponía un vestido demasiado elegante…

Si hubiera podido llevarme algo de allí, sin duda hubiera sido su peluca azul…
La chicas de las mil caras puede presumir de estar guapa, vestida de gato, con el pelo azul, rosa, o vestida de pavo real…

Katy también demostró no tener ningún vértigo y subida a un trapecio o una nube rosa, se paseó por todo (y cuand digo todo es literal) el Birmingham NIA intentando estar cerca de cada uno de los allí presentes.


Así que además de la oportunidad de pasar una noche divertida y de disfrutar de la música de Katy Perry que no he dejado de escuchar desde entonces, me traje una grata imagen de una cantante a la que no conocía tanto y que representa el lado joven, divertido y profesional de las mujeres de hoy en día.


Después del concierto, como ya os he contado, pudimos entrar a saludarla y estar un ratito con ella.
Pese al agotamiento extremo que tenía que sentir, nos preguntó los nombre, bromeó y fue cercana como si nos conociera de toda la vida…

We love you Katy!