A las barras de labios, cada vez les pedimos más.
Deseamos barras de labios de colores intensos, después quisimos que duraran en los labios y resistieran a todo. Después quisimos que además fueran confortables y que no nos hicieran elegir entre duración y cremosidad. Soñamos con barras de labios que lo tuvieran todo… y la industria, nos lo dio.
Así que no podíamos imaginar demasiadas mejoras hasta que llegó ella. Llegó L’Absolu Rouge Ruby LANCOME, «la barra de labios joya«.
Inspirado en la tendencia del uso de gemas, cristales curativos y piedras minerales en rituales de belleza, no sólo es una joya por fuera (su forma simula un rubí) sino por dentro ya que su fórmula está enriquecida con gemas y turmalina para darle precisamente resistencia y un color intenso. Los microcristales de turmalina reflejan la luz de una forma espectacular.
He tenido ocasión de probarlo y he caído rendida ante el número 2.
Pero esta vez sí que os digo, que todos los colores (hay 15) son espectaculares y apetecibles. Y todos esconden una historia detrás:
- Tono #131 Crimson Flame Ruby: es el nombre del rubí que batió records. Porcedente de Birmania, con 15 quilates, se vendió por 18 millones de dólares en una subasta en Christie’s.
- #536 Black Prince Ruby: el rubí de gran tamaño e irregular de 170 quilates que se encuentra en la parte delantera de la Corona imperial del Estado de Inglaterrra.
- #473 Rubiez: Nombrado por Zendaya, nueva embajadora de Lancôme, cambió la letra ‘s’ por su letra de la suerte ‘z’ (aunque a mi me hacía más gracia pensar que hacía alusión a las rubias y la «rubiez»).
En mi bolso ya vive el tono número 2, Ruby Queen (un rojo más oscuro pero con un toque anaranjado muy bonito, no siendo yo mucho de tonos naranjas) y el 01 Bad Blood Ruby (el rojo por excelencia, el nombre ya lo dice todo).
Este es el 02:
Su precio es de 35 euros y podéis encontrarlos en perfumerías y centros comerciales. Y, yo no digo nada, pero dicen las malas lenguas que van a volar…