No es un producto nuevo, sin embargo no se había cruzado en mi camino hasta ahora.
Maestro fue una base de maquillaje revolucionaria porque fue la primera que no incluía agua o polvos en su fórmula y el resultado solo se puede explicar si lo pruebas.
Dice la marca que más que un fondo de maquillaje es un perfeccionador de la piel, pero no en el sentido que se suele utilizar este término. No es una crema con color y algún acabado que refleja la luz y parece que perfecciona. No.
En este caso es una base de maquillaje muy líquida (tanto que se aplica con cuentagotas) y que al entrar en contacto con la piel desaparece literalmente dejando un tacto aterciopelado muy ligero.
Nadie notará que vas maquillada, es imperceptible, pero la perfección en la piel se nota.
La cobertura es baja, no nos engañemos, por lo que no sustituye a la base de maquillaje habitual si, como yo, necesitáis ocultar alguna manchita, pero sí es una buena alternativa para determinados días en los que no quieres ir maquillada, o al menos, que no lo parezca.
¿Un plus? Contiene aceite de loto, con propiedades antioxidantes.
Además incorpora un SPF 15, algo bajito y que, sobre todo en verano, al tener una textura tan ligera prefiero utilizar con otros producto de mayor índice de protección solar debajo.
Su precio son 65 euros y está disponible en 7 tonos.