Welcome to paradise

Soy fan incondicional de los autobronceadores de St. Tropez desde que los probé, pero aún así, me sorprendió el revuelo que se montó el otro día en el vestuario del gimnasio hablando de ellos.
Y es que parece que no soy la única a la que les fascinan todos sus productos (o casi todos). De todas formas, siempre se aprende algo nuevo y en este caso me recomendaron la manopla que hay para aplicárselos y que yo hasta ahora, no utilizaba.
He utilizado el gradual  (Everyday Lotion Light/Medium) cuando aún estoy muy blaquita, el clásico cuando ya tengo un pequeñísimo color en la piel (el que tengo en los brazos cuando corro aunque utilice protección solar) y no puedo vivir sin el aceite facial, que me pongo una vez por semana y aunque no aparezca bronceada, si tengo un tono saludable siempre. Si tuviera que elegir uno, sería probablemente este último… aunque por suerte, no tengo que elegir.
Así que imaginaréis que la llegada de un nuevo autobronceador de St. Tropez para probarlo y daros mi opinión, era una noticia más que emocionante para mi…
Como anunciaba hace un ratín en stories, hoy lo he probado y ya estoy absolutamente enamorada…
St Tropez Autobronceador Self Tan Face Mist Purity
Os cuento:
Se trata de St. Tropez Self Tan Purity Bronzing Water Face Mist, una bruma que refresca, broncea muuuuuy suavemente y ayuda a mantener el tono, en forma de agua.
¿Lo mejor? EL OLOR. Y lo escribo con mayúsculas, sí.
St Tropez Autobronceador Self Tan Face Mist Purity
Porque sabéis que después de más de 10 años siempre me obsesiona la fragancia y el «olor a autobronceador» que tan difícil es de evitar.
Pues la fragancia es maravillosa, rica, fresca… y ni rastro de ese «olor a autobronceador» cuando se va actuando en la piel.
Pero además, el formato mist tiene otra ventaja y es que aplicar por ejemplo por los hombros a mi siempre me resulta complicado y así es fácil.
Tiene un precio de 34 euros y se vende en Isolée. No es por agobiaros, pero en otros países ya se ha agotado 😉