Se puede decir que fui pionera en esto de los autobronceadores y que como cada verano desde hace más de 10 años, me vuelve loca descubrir las novedades y ver como, año a año, la cosa va mejorando.
Os anuncié hace unos días en Facebook que en 2017 había descubierto varios productos que merecían la pena y hoy os voy a hablar del primero de ellos.
Aunque las que me leéis hace años lo sabéis de sobra, os recuerdo lo que yo, personalmente le pido a un autobronceador:
Que no quede «naranjoso»
Lo primero, lógicamente, es que no «ocurra» nada grave, y una no aparezca naranja o llena de «manchurrones» horas después de la aplicación. Afortunadamente en esto, las marcas han avanzado muchísimo y los productos tienden a ser más progresivos, es decir, prefieren que vayamos poco a poco y evitar «desastres».
Que no huela a autobronceador
Durante años perdí la esperanza pero también se ha mejorado bastante. Admito que tengo, personalmente, cierta manía al olor a autobronceador (me pasa con el de algunos suavizantes y otros olores) y soy más exigente de lo normal. Lo que a otra persona le parece un olor ligero, a mi me parece insoportable… así que prefiero aplicarlo por la noche para evitar «inseguridades».
En este sentido, pese a que se ha mejorado, es inevitable cierto «aroma a autobronceador» a medida que la oxidación se va produciendo y va saliendo a la luz el color.
Que el moreno sea progresivo
Otra cosa que les pido es que sea progresivo, tanto a la hora de ponernos color como cuando se pase el efecto. Hace años cuando los autobronceadores te teñían literalmente de color naranja, uno de los problemas era que el efecto se iba «por trozos». Admito que este problema se ha solucionado en prácticamente todos los que he probado desde hace un par de años.
Bueno, dicho esto, os paso a contar mi experiencia con St Tropez Self Tan Luxe Facial Oil.
Se trata de un autobronceador en aceite.
Las instrucciones aconsejan aplicar 2 ó 3 gotas y aplicarlas sobre la cara. Tengo que decir que a mi me falta producto. Estoy aplicando al menos 5 ó 6 gotas para que me cubra toda la cara y un poco el cuello.
El producto, pese a ser aceite, no deja sensación grasa y aunque los primeros 5 minutos lo notas en la piel (como si te hubieras echado cualquier aceite), se absorbe y queda totalmente seco.
El olor fue de las primeras cosas que llamó mi atención. Sin duda, el que menos huele a autobronceador de todos los que he probado. Tiene un olor que no sé describir bien, medio a hierbas, medio a cítricos, muy agradable. Eso sí, a medida que pasa el tiempo tiene un ligerísimo olor a autobronceador, pero muy suave.
Lo que más me ha gustado es que es lo que yo llamo «un autobronceador para torpes». Si eres experta en aplicarte un autobronceador es difícil que te queden manchas, y sabes perfectamente cómo aplicarlo, pero si no lo eres, productos como este permiten que quede igual de bien. La clave es que es muy progresivo, de hecho el color lo notas tan suave que hasta las segunda o tercera aplicación no ves un cambio notable de color en la piel. Y lo bueno es que si te aplicas más en una zona o menos, no se nota apenas el error.
Por todo esto me parece un producto de 10 y llevo más de 10 días aplicándolo.
Lo que no me ha gustado: Si tuviera que sacarle algún fallo, diría que es difícil saber por dónde lo has aplicado y, salvo que apliques bastante, al absorberse tan rápido es algo complicado saber si lo has extendido bien. Aunque como os decía, al ser un color tan suave, el error no se nota apenas.
(Por cierto, recordad que este, y casi ningún autobronceador, lleva factor de protección solar y hay que aplicarse SPF si os exponéis al sol. Me gusta recordarlo porque además, al ver la piel más morena, puede llevar a engaño y quemarnos con más facilidad.)
El precio varía de unos sitios a otros bastante. Lo he visto a 34 euros en Isolée y 21,25 en Amazon (que además lo envían en 1 día creo). Y, si no me equivoco, también en El Corte Inglés y alguna otra perfumería.
Esta semana os hablaré también de otro autobronceador corporal de otra marca para el cuerpo que me ha encantado 😉
