Imagino que nadie tiene duda ya de que 2015 es el año de los aceites en el mundo de la belleza.
Para los labios, para luchar contra la celulitis, los ya conocidos para el pelo… y ahora, esta textura llega a los autobronceadores.
Hace muchos años que os hablé por primera vez de St. Tropez, un autobronceador que parecía distinto a todos los demás y que, en aquel entonces, aún costaba encontrar en España.
Poco a poco, fue más fácil de conseguir y además la marca ha ido presentando cada vez más novedades.
La última en aparecer es el aceite autobronceador Self Tan Luxe.
Lo he probado pero aún no he me ha dado tiempo a ver resultados, pero lo que sí me ha sorprendido mucho ha sido la fragancia (ya sabéis lo maniática que puedo llegar a ser con el «olor a autobronceador»).
Tiene una fragancia cítrica (gracias a los aceites esenciales) que en un primer momento enmascara totalmente (sí, sí, totalmente) el olor típico de los autobronceadores. De todas formas a medida que van pasando las horas algo de olor tiene, aunque me da la impresión de que mucho menos de lo habitual.
La textura es muy ligera, es bastante agradable aplicarlo y se absorbe como cualquier otro aceite.
La aplicación es la de siempre: se aplica y se deja actuar 4 ó 5 horas (para mi lo mejor siempre ha sido dejarlo toda la noche) y lavarse las manos tras la aplicación.
Al ser aceite, yo eliminaría los restos con un papel o toallita seca en las zonas donde se suele quedar más producto (y el consiguiente «manchurrón»): aletas de la nariz, cicatrices, cejas, etc..
El precio son 39 euros y se vende en el Corte Inglés.
En unos días os cuento el resultado real.