La verdad es que no me extraña que hoy me haya levantado de buen humor a pesar del madrugón…
Tener la suerte de visitar a cuatro generaciones de mi familia, con miembros desde los 3 meses hasta los 98 años, es para estar felíz.
Desayunar con solecito y disfrutar de la música de O mio babbino caro de Puccini, cantado por María Callas, también ayuda… Si tenéis ocasión de escucharla, no dejéis de hacerlo.
En mi caso, fue grabada por accidente en un cd de canciones infantiles hace años y, desde entonces, la pongo a diario por la mañana…
Hace unos meses me quedé de piedra cuando escuché en una entrevista a Eduard Punset, decir que la mejor música que se puede escuchar por la mañana para empezar bien el día era precisamente O mio babbino caro cantado por María Callas (¡qué casualidad!).
Pero además creo que estoy felíz por la llegada del buen tiempo y porque he dormido de maravilla.
Os cuento mi truco. No sé si se puede considerar un producto de belleza pero he cambiado de almohada.
Mi nueva almohada es una Tempur Confort (no sé si lo he escrito bien…).
Ha sido un regalo pero me la hubiera comprado de buena gana si la llego a descubrir antes.
Es de estas almohadas amorosas que te hacen sentir bien según te tumbas…
Personalmente me ha encantado que una de las caras tiene como unas burbujitas (no sé si es por ello que el modelo se llama Cloud…) que te da una sensación agradable, como un micro-masaje…
Bueno, sólo quería compartirlo con vosotras porque la verdad es que dormir bien es a veces, el mejor tratamiento de belleza, ¿no creéis?