Estos días algunas me habéis escrito para preguntarme consejos para hacer que vuestro pelo vuelva a ser el de antes, porque lo notáis seco, sin volumen y estropeado.
Estaba contestando a uno de los emails pero he pensado que era mejor escribir un post porque es un tema que interesa mucho, por lo que veo.
Son consejos que pueden ayudar de forma aislada o podéis combinar los que más os apetezcan.
1.- No te laves el pelo con el agua muy caliente.
Admito que a mi no hay nada que me guste más que una ducha con el agua ardiendo pero no es bueno para la piel ni para el pelo. El agua demasiado caliente daña la barrera protectora de la piel y abre la cutícula y debilitando el pelo.
Lo ideal es lavarlo con agua templada y acabar con un chorro de agua fría.
Lo que hago yo es que cuando voy a la peluquería aprovecho para que me laven con agua fría, porque siempre es más fácil que cuando te estás duchando.
2.- No frotes el pelo durante el lavado
Uno de los errores que yo he cometido toda la vida es frotar el pelo cuando lo estoy lavando.
Teniendo en cuenta que el pelo húmedo o mojado es más vulnerable, convienen mimarlo durante el lavado.
3.- Los productos
Los productos muchas veces son la clave y en esto, por desgracia, lo mejor suele ser más caro.
Lo ideal es utilizar champú sin sulfatos. Mucha gente cree que no limpian bien el pelo porque no generan tanta espuma como otros tipos de champú, pero no es así. Los sulfatos provocan más espuma pero debilitan el pelo y «arrastran» el color.
Si notas que tu pelo necesita un plus de mimos, sustituye algunos días el acondicionador por la mascarilla y si tienes tiempo, por ejemplo el fin de semana, aplícate una mascarilla sobre el pelo seco y déjala actuar unas cuantas horas entes de lavarte el pelo.
4.- Ojo con la toalla
Es uno de los errores que todas cometemos y no es fácil de subsanar.
Lo ideal es no frotar el pelo con la toalla para secarlo, es más, ni siquiera deberíamos utilizar una toalla. La toalla provoca que el pelo se encrespe y más si lo frotas.
Aunque lo ideal es utilizar un paño de algodón, o incluso algún tipo de papel resistente (tipo esas servilletas que ponen a veces en los catering que están a medio camino entre el papel y la tela) como utilizan en algunas peluquerías, no todos lo tenemos en casa, así que podemos optar por toallas de microfibra que secan más rápido. Si compráis una, que las hay muy baratas, intentad que tenga el rizo finito que son mejores.
5.- Protege, protege y protege
El pelo mojado es más vulnerable y es el que más «perrerías» soporta, así que protégelo.
Alguien me preguntaba hace días si merece de verdad la pena utilizar protectores térmicos en el pelo. La respuesta es un SÍ rotundo. Merece la pena y se nota muchísimo la diferencia si los utilizas o no.
Si no tienes a mano un producto específico de protección, utiliza cualquier producto de acabado (acondicionadores de los que no necesitas aclarado, un poco de aceite en las puntas,…). Siempre lo estarás protegiendo más que si no aplicas nada.
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