Os voy a ser sincera: hace unas semanas leí algo sobre la existencia de la paleta de sombras de la que hoy os voy a hablar, y pensé que era una broma.
Después de aquella noticia en la que MAC Cosmetics se asociaba con Apple para homenajear a los usuarios de MAC, y que muchos afirmaban que era una broma, cuando leí que YSL (Saint Laurent Paris a partir del otoño) sacaba una paleta de sombras con los colores de Facebook y con una campaña integrada en la red social, pensé que era, cuanto menos, extraño.
Pero quizá lo que más me despistó, fue ver el símbolo «#1» y el texto «Devote to fans» en una tipografía que parecía más un texto añadido en Photoshop que un packaging de una de mis marcas favoritas, YSL.
Como era de esperar, sobre todo para el equipo de marketing que decidió lanzar este producto, la noticia se está propagando por la red a velocidades de vértigo y ello, hace ya suponer que esto va en serio.
Pero os voy a contar la historia.
YSL (Saint Laurent Paris, a ver si nos vamos acostumbrando al cambio de nombre…) ha decidido lanzar una paleta de 4 sombras con los colores de la red social: el ya llamado «azul facebook», el blanco y el gris y negro que completan los colores corporativos de la empresa de Mark Zuckerberg.
“We are honored that a prestigious brand such as Yves Saint Laurent resumes Facebook color codes to launch a unique product destined for his fans,” – Damien Vincent, Director Comercial de Facebook en Francia
«Estamos honrados de que una firma tan prestigiosa como YSL refleje los colores de Facebook en el lanzamiento de un producto exclusivamente destinado a sus seguidores» – Damien Vincent, Director Comercial de Facebook en Francia
Y es que las paletas de sombras, elaboradas conjuntamente con Facebook y Pantone, se venderán en exclusiva en la página de Facebook de YSL el 19 de julio de 2012.
El precio son 55 dólares (o £ 39) y sólo habrá 1.650 unidades a nivel mundial, 500 de ellas en Estados Unidos.
Si queréis saber mi opinión, os diré que no acabo de ver la sinergia. No en una marca como YSL.
Me parecería buena idea de marketing para otras firmas, pero en YSL me chirría un poco esta campaña y, huelga decir que yo, que me confieso admiradora de YSL como la que más, y que tengo además en internet mi modo de vida, no pienso ni siquiera tratar de comprarla. Esta vez pulsaré el botón de «No me gusta».