Con el frío que hace estos días no hay nada que pueda apetecer más que soñar con una playa y con el sol acariciando nuestra piel.
Y es difícil, lo sé. Probablemente la forma más fácil de transportarnos a un paraíso así sea a través de los olores.
Hoy me llegaba una nota de prensa de los aceites corporales HEI POA (Puro Monoï de Tahití). Me parecía muy pronto para recibir información de un producto que consideraba solo para el verano. Pero después me di cuenta de que el aceite de monoï no tenían por qué ser únicamente para la época estival.
Su capacidad de hidratación y de suavizar la piel y nutrirla, es algo que podemos conseguir también en los meses de más frío.
Ya os hablé hace tiempo del Monoï de Tahití, el secreto de belleza de las tahitianas ya que contiene ácidos grasos omega 6 y 9, ácido láurico y tocoferol.
Monoï significa aceite perfumado en tahitiano.
Su receta tiene más de dos mil años: doce capullos de flores frescas de Tiaré (la flor emblemática de la Polinesia francesa) cosechados al amanecer se maceran en 1 litro de aceite de coco durante al menos 10 días. A continuación se añade vitamina E, un antioxidante natural.
HEI POA es la única marca en España con denominación de origen.
Existen muchas variedades de Monoï de Tahití puro para el cuerpo HEI POA:
Tiaré (original), Vainilla, Coco, Flor de Frangipanier, PVP 10,50 /100ml
Flor de Tamanu (calmante), Nacres Or (perlas de oro), Roucou (bronceador).
¿Cuanto cuesta?
Su precio es de 11 euros (100 ml).
¿Cómo se utiliza?
El auténtico Monoï de Tahití se solidifica cuando la temperatura en inferior a 24ºC. Deberemos entonces colocar el bote bajo un chorro de agua caliente u otra fuente de calor para que vuelva a ser líquido y aplicárnoslo.