Hace más de cinco años alguien me regaló un libro con un título del tipo «Los mejores balnearios de España»… o algo parecido.
Aunque me pareció un regalo estupendo, en aquel momento, pensé en colocarlo junto a los libros de ciencia ficción… porque, al fin y al cabo, eso era lo que significaba la palabra «balneario» en aquel momento de mi vida.
Acababa de dejar una gran multinacional para montar mi propia empresa y, de paso, poder «conciliar» y dedicar más tiempo a un bebé recién nacido. Así que eso de tomarme unos días libres para relajarme en un balneario, aunque sonaba a música celestial, era un lujo que no me podía permitir.
Pasaron los años, y la familia aumentó casi al mismo ritmo que se reducían las horas de sueño, las fuerzas y los minutos libres. Paradójiacamente, cada vez tenía menos tiempo para ir a un balneario y cada vez lo necesitaba más.
Ahora, aunque cada vez tengo más trabajo, he podido sacar tiempo para rescatar el libro de la estantería y empezar a buscar balnearios donde pasar, de vez en cuando, un fin de semana.
Así que prometo contaros mis descubrimientos y las experiencias que merezcan la pena.
Mi primera escapada la tengo muy clara: El Balneario de Mondariz en Pontevedra.
La marca Mondariz me inspira salud y bienestar, y viajar a Galicia siempre es un placer, así que lo tengo decidido.
La magia del agua de Mondariz ya fue descubierta por los romanos y, desde el siglo XIX, muchísimas personalidades han querido probar sus beneficios y lo siguen haciendo todos los años.
Hoy en día (es lo que tiene el progreso…) aunque sigue conservando la estética del siglo XIX, las comodidades y el confort son cada vez más, eso sí, siempre conservado la esencia original.
Pero más que un balneario, Mondariz es un complejo que se compone de un hotel de cuatro estrellas, el balneario con aguas mineromedicinales, el Palacio del Agua, un campo de golf de 18 hoyos, un centro de congresos y convenciones, y restaurantes dónde poder degustar la deliciosa comida gallega…
El Palacio del Agua es un spa enorme (con más de 3000m2) para relajarse y olvidarse de todo: camas de agua, asientos de hidromasaje y de burbujas, chorros de todo tipo, pasillo contracorriente, sauna celta húmeda y seca, finlandesas, de vapor con esencias (esta yo no me la pierdo…), minipiscinas con hidromasaje, cabina de hielo, y hasta una poza de agua caliente al aire libre que tampoco me iré sin probar.
Una de las cosas que he descubierto es que tienen oferta para todo tipo de persona, familia o plan.
Se puede ir con niños desde tres años al spa y además cuenta con un programa de animación infantil con monitores para que el relax sea total.
También tiene programas especiales para premamás (con médico y todo), para mujeres estresadas, para aliviar tensiones, piernas cansadas…e incluso los famosos baños donde te sumerges y compruebas de inmediato los beneficios en cualquier afección respiratoria, digestiva o incluso para la celulitis…
Así que… ¡póngame uno de cada, por favor!
Así que si sois de los que viajáis, o madres que no tienen con quien dejar a los niños, o mujeres estresadas, o simplemente os quieres dar un capricho, y ocuparos un poquito de la salud, me parece una buena opción una escapada de este tipo.
Y yo creo que, como decía Bogart, esto puede ser el principio de una bonita amistad… entre el mundo del «balnearing» y yo.
¿Soléis ir a balnearios?
¿Me recomendáis alguno?