Imagino que dar a luz a un niño de más de 4 kilos sin epidural, coloca tu umbral del dolor a un nivel tan alto, que a ti nunca te duele nada.
Como madre de dos niños y persona a la que no le gusta estar parada ni un minuto, son muchos los golpes sin importancia, las torceduras de tobillo y los pequeños accidentes diarios que sufro…, pero dolor, lo que se dice dolor, no suelo tener mucho.
Sin embargo, desde el viernes, y no sé si debido a una mala postura, nervios o algún otro vaya-usted-a-saber tengo un dolor intenso en el cuello que se ha ido extendiendo por el brazo hasta llegar a la muñeca. Era un dolor muy intenso y además continuo… Relajante muscular, manta eléctrica y moverme poco. Pero nada. Ninguna mejoría. Ayer por la noche el dolor era casi más fuerte.
No sé por qué, recordé que hacía muchos meses, me habían enviado un botecito con un nombre extraño, «Bálsamo chino». Era uno de esos productos que una no puede probar cuando lo recibe y tiene que esperar para poder ponerlo a prueba. Y parece que había llegado el momento.
Os conté hace año y medio (podéis releerlo aquí) que el Bálsamo chino o Bálsamo del tigre es «una pomada a base de hierbas (hay quien dice que es la más vendida del mundo) creada en 1870 por el hierbatero Aw Chu Kin en Birmania, y que sus hijos comenzaron a comercializar tras su muerte».
Aunque se utilizaba para dar masajes, se descubrieron sus propiedades para calmar dolores musculares, jaquecas e incluso picaduras de mosquitos.
Bueno, pues para ser sincera, ayer decidí embadurnarme cuello y brazo con él con la única esperanza de que me aliviara «un poquito». Me acaba de tomar un protector gástrico (omeprazol) y tenía preparado el myolastán para tomarlo y poder dormir pese al dolor.
A la media hora no me lo podía creer. El dolor persistía pero os puedo asegurar que era un dolor leve. Inmediatamente pensé que no podía deberse únicamente al bálsamo chino, y busqué algún otro motivo. Pero yo había estado en la misma postura, no me había aplicado calor,… así que pese a mi incredulidad, tuve que admitir que este producto funciona, y funciona de verdad.
Ni que decir tiene que no me tuve que tomar el relajante muscular y aún, hoy por la mañana, el dolor sigue siendo leve.
Estoy tan sorprendida que no puedo sino recomendarlo con los ojos cerrados.
Tenéis más info, precio, etc… en el post anterior: El Bálsamo del tigre.