A pesar del sueño, del cansancio y de las pocas horas que he dormido, estoy felíz.
Ayer tuvo lugar una beauty party en los jardines del palacete Fortuny. Unos preciosos jardines en medio de Madrid.
Si a eso le sumamos que tuvimos la gran suerte de aparcar en la puerta, no podía ser mejor.
Al entrar, unas chicas monísimas con vestido blanco de la firma Hedonai te regalaban un vale canjeable por una sesión de depilación láser y te invitaban a participar en un sorteo de tratamientos de lujo en uno de sus centros.
Al otro lado, algunas afortunadas recibían un masaje tailandés en el stand de Shizen y otras recibían un tratamiento de La Mer.
Mientras caminabas encontrabas una mesa de manicura de la firma OPI (uno de los descubrimientos de la noche para mí… os hablaré muy pronto de ello). Masajes, tratamiento y esmaltes de uñas a cargo de dos chicas simpatiquísimas y muy profesionales.
Elegí un color verde muy divertido pero descubrí un rojo de la gama de Alice in wonderland que va a ser mi próxima compra ¡¡espectacular!!.
Después el stand de SK-II, uno de mis favoritos. La foto de Cate Blanchet te hacía pensar en la pitera, en el ritual, y en la calidad de esta prestigiosa marca.
Nos regalaron un tratamiento en uno de los centros de la firma. Ya estoy impaciente…
A continuación un stand de Narciso Rodríguez, te invitaba a conocer los ingredientes de su perfume Essence y te daban muestras y un pulsera perfumada (preciosa, por cierto).
Clarins y Sephora te maquillaban gratuitamente con una profesionalidad y una dedicación espectacular a pesar de la cantidad de personas que pasamos por allí.
Desde aquí les envío un saludo a las chicas de Sephora que nos maquillaron estupendamente y tuvieron la paciencia de enseñarme algún truquito con el lápiz de ojos.
Y entre la vegetación, una preciosa y casi mágica luz azul te invitaba a acercarte a la barra a degustar un cocktail.
La que escribe no bebe alcohol así que no os puedo dar mi opinión pero os aseguro que fueron un éxito.
Mil colores, sabores y olores inspirados en los productos de belleza allí presentes.
Y por último, un stand blanco y plata presentaba las novedades y la cabina de tratamiento de La Prairie.
Inspirado en su ingrediente estrella, el caviar, el stand emanaba una luz limpia y elegante.
Tuve la suerte de recibir un tratamiento de caviar, platino y otros lujos por parte de una chica encantadora.
El masaje, el relax, la vista de la vegetación frente a mi y la calidad extrema de cada uno de los productos que me aplicaron, hicieron que mi piel resplandeciera de inmediato (de hecho, estuve un buen rato sin maquillar porque la piel estaba impecable…).
Sabía que La Prairie es una de las marcas de lujo con las que todas soñamos pero no sabía que fueran tan buenos.
Me enamoré de esta marca.
Y por si fuera poco, me regalaron su tratamiento de platino para aplicar en casa… ¿qué más se puede pedir?
