Sabéis que a veces os digo que no todo está en los productos cosméticos que utilizamos.
Os he hablado de la importancia de tener una funda de almohada de raso, por ejemplo, para evitar el encrespamiento del pelo, o de lo que puede ayudar utilizar pañuelos de papel deshechables para secar la cara para evitar las bacterias que pueden quedarse en una toalla y pasar a la piel.
Pues igual de importante que elegir bien los cosméticos me parece, prestar atención a los accesorios que podemos tener en el baño para ponernos fácil nuestro día a día.
Por supuesto, si nos lo podemos permitir o tenemos espacio, podemos hablar de bañeras de hidromasaje que ayuden a activar y oxigenar la piel, a relajarnos al final del día o simplemente hacer más agradable nuestra mañana, pero hay pequeños accesorios que también nos pueden ayudar.
Uno puede ser un espejo de aumento de calidad. Es lo primero que miro al entrar en una habitación de hotel. Un buen espejo de aumento, puede ayudarnos a maquillarnos mejor, a detectar un pelillo inoportuno que no habíamos visto, o a limpiar bien la piel por la noche.
Un accesorio para dejar la plancha del pelo y no quemarnos, sin tener que dejarla en el suelo, un dispensador para no utilizar más jabón del que debemos… son pequeñas cosas que también nos pueden ayudar.
Pero algo que no sabía que existía son las centrales de tratamiento del agua, que permiten que el agua de toda la casa conserve los minerales y la calidad y así nos bañemos, duchemos, lavemos con agua purificada.