Todos hemos oído sobre los líquidos que se ponen en las uñas para evitar la tentación de morderlas.
Esto, que es un problema, sobre todo en niños, no les gustaba demasiado a los creadores de Kid Licks, que se dieron cuenta de que al final sus hijos acababan comiéndose este asqueroso líquido.
Así que pensaron que si se lo iban a comer, deberían buscar algo que, al menos, fuera seguro.
Y como tantas otras empresas, nació al no encontrar lo que buscaban en el mercado y decidir crearlo para sus hijos.
Se llama Kids Licks y son esmaltes hechos a base de zumo de frutas, plantas orgánicas y vegetales.
El único problema es que sólo hay tres sabores, remolacha roja, zanahoria y naranja verde césped.
El precio ronda los 12 euros por botella y se venden en su web.