Cuando me hablaron de la esterilla KARMAMAT para relajar la espalda y hacer una especie de acupresión casera con todos sus beneficios, aliviar tensiones del cuello, articulaciones y hasta eliminar retención de líquidos… me sonó a música celestial.
Pero reconozco que cuando me llegó a casa la esterilla y vi aquella cantidad de púas y el dolor que causaban al poner un simple dedo encima, se me quitaron las ganas y la dejé apartada en un rincón un par de días.
Con la piel tan sensible que tengo y lo poco que me gusta a mi sufrir por sufrir… pensé seriamente a quién se la podía regalar porque no creía que fuera para mí, la verdad.
Pero una vez más, gracias al blog, he descubierto otro producto maravilloso que puede que jamás me hubiera atrevido a probar.
Me veía en la obligación de tumbarme cual faquir sobre aquellas dolorosas púas para poder contaros la experiencia… así que me armé de valor y me tumbé sobre ella.
En un primer momento no noté demasiados beneficios pero me sirvió para descubrir que no era tan dolorosa como parecía en un principio.
Pero fue un par de días después cuando un dolor de espalda me hizo acordarme de ella.
Ni lo pensé. Me tumbé en el suelo, apoyé la espalda pensando que esto de ser blogger a veces puede ser muy duro, y en pocos minutos empecé a notar un ligero alivio.
La sensación es un poco como cuando te dan un masaje y te deja la espalda entre dolorida y relajada, no sé si me explico… bastante agradable.
Me animé y me la probé también en el cuello y en los glúteos. Las primeras veces te recomiendan ponerte camiseta o un pañuelo, pero después de utilizarla varias veces, el cuerpo te pide poner la piel directamente sobre ella.
Había leído que descansando la cara sobre ella ayudaba a reducir en bruxismo, es decir, la tensión mandibular que a veces se tiene por la noche.
La verdad es que aprecio demasiado la piel de mi cara y no sabía si era buena idea, pero al final (todo sea por el blog y para poder contaros la experiencia…) lo probé y noté de inmediato como se me activaba la circulación de la cara.
También se puede poner en los pies y obtener los beneficios de la reflexologia podal, pero tampoco los he notado aún, no os quiero engañar. No es nada molesto pero no noto aún nada en los pies.
Desde luego es ideal para los que practican yoga, o si simplemente queréis relajar cuerpo y mente, aliviar tensiones o descansar unos minutos al día sobre ella, obtener en casa los beneficios de la acupresión y sentiros como un auténtico fáquir…
Cuesta 49 euros (si lo pensáis es lo que cuesta una sesión de un masajista) y se vende en la web www.karmamat.es.
¿Qué os parece? ¿os atrevéis?
